Bilbao - Dada su compleja orografía, el País Vasco, con especial incidencia en el litoral vizcaino, está inevitablemente sujeto al peligro de desprendimientos. Se trata de una conclusión alcanzada por el Colegio Oficial de Geólogos del País Vasco, que coincidiendo con una de las épocas más lluviosas del año -cuando aumenta considerablemente el peligro de que sucedan dichos fenómenos geológicos- ha publicado la guía Riesgo de deslizamiento del terreno, en colaboración con el Departamento de Emergencias del Gobierno vasco y SOS Deiak.

El manual, enfocado a que el ciudadano interprete los indicios de un posible deslizamiento, es el primer paso hacia la zonificación por riesgos del País Vasco. “Es nuestra asignatura pendiente”, confesó ayer durante la presentación Fernando Aizpiri, vocal de geotecnia del Colegio Oficial de Geólogos del País Vasco, quien aprovechó la coyuntura para emplazar a los ayuntamientos a que tomen “medidas preventivas de las áreas urbanizadas” con el fin de que colaboren en el proceso.

En ese sentido, Aizpiri advirtió sobre la amenaza de deslizamiento existente, “en mayor o menor grado”, en todo el País Vasco, “salvando la zona de la llanada alavesa”. Según el vocal de geotecnia, Gipuzkoa es el territorio “con mayor nivel de riesgo” por tener una “orografía más acentuada”. Asimismo, destacó “la zona del terciario en el litoral”, más concretamente “la franja que va desde la costa por Plentzia hasta Mungia”, ya que se trata de “un terreno que da problemas por estas características”.

Que la costa vizcaina y sus acantilados tienen “una dinámica muy intensa” fue recalcado también por Roberto Pinedo, geólogo experto en geotecnia. A modo de ejemplo citó la zona de San Juan de Gaztelugatxe, “donde ocurrió uno de los mayores deslizamientos registrados” debido a los temporales que en 2008 provocaron hundimientos en la calzada, y Elantxobe, zona de inestabilidad en la que “los temporales provocan que caigan piedras de la montaña mientras que otras suben de la mar”.

El principal objetivo del manual consiste en reconocer, prevenir, controlar y minimizar el impacto de los posibles deslizamientos. Tal y como indicó Virginia Ormaetxea, secretaria del Colegio Oficial de Geólogos del País Vasco, “no es una guía profesional para geólogos, sino para que la sociedad sepa cómo actuar en situación de riesgo”. En la misma línea, Pedro Anitua, director de Atención de Emergencias y Metereología del Gobierno vasco, indicó que “busca más la protección de las personas que evitar desprendimientos”.

En palabras de Aizpiri, “los tipos de deslizamientos son variados” y dependen de factores como si es la zona alta o baja de una ladera o si es un talud de rocas en la costa o en el suelo. También se debe tener en cuenta “la presencia de grietas en las zonas altas de las laderas o la presencia de escarpes y abombamientos en las zonas bajas”, así como “el afloramiento de agua en zonas que habitualmente no lo tienen”. En cuanto a los indicios en las viviendas, indicó que “la aparición de grietas siempre es sospechosa”. “Si te encuentras con que una puerta no cierra o no se puede abrir quiere decir que algo se está desplazando en el edificio”, advirtió. La aparición de grietas o aceras que se separan del muro de la vivienda o los árboles curvados en las zonas ajardinadas son otro indicativo.

Aunque la mayor parte de los deslizamientos ocurren en zonas con un historial, Aizpiri señaló que, en caso de sospecha, el ciudadano debe avisar a SOS Deiak, donde hay unos protocolos activados, y, si no es urgente, ponerse en contacto con “un geólogo que evalúe las circunstancias”. La guía está disponible en la página del Colegio Oficial de Geólogos del País Vasco y en la página SOS Deiak.