FUE en 1994 cuando este durangarra decidió marcharse a Madrid para seguir trabajando en lo que más le gustaba: el cine y el teatro. Fundador de los grupos teatrales, Geroa y Eolo, y con tres premios Ercilla a sus espaldas, Paco Obregón ha decidido volver a su tierra natal. “Volver a Durango me genera un cóctel de emociones”, fueron sus primeras palabras al preguntarle cómo se sentía tras haber decidido estrenar su última obra en el espacio cultural de la villa. “Estoy emocionado por la vuelta, y con los nervios típicos de cuando vas a escenificar por primera vez un nuevo trabajo”, subraya.
Guarda unos fantásticos recuerdos de Durango. En la villa dio sus primeros pasos en el teatro, y éstos le condujeron a tomar parte como actor en series tan conocidas, como Águila Roja, Gran Hotel o Amar es para siempre, y como director de la obra Ertzaina al pil-pil, con Geroa Antzerki Taldea.
Ahora viene dispuesto a poner toda sus sabiduría, que no es poca, para hacer sentir al público las emociones, los enfados, y los sentimientos de los actores cuando dejan el escenario y se convierten en compañeros dentro del camerino.
“Este trabajo se me ocurrió hace dos años mientras paseaba por Madrid, y ahora he visto la oportunidad de poder estrenarla. Hablé con la dinamizadora de San Agustín de Durango, Arantxa Arrazola, y le envié lo que había escrito. Cuando ella me dio su visto bueno, nos pusimos en marcha y este viernes será la puesta de largo de Adiós Chejov, señaló Obregón.
MÍNIMO PRESUPUESTO Paco Obregón considera que el teatro no debe estar pendiente de la administración, sino al revés, “lo que yo digo es que no se puede pensar en hacer una obra de teatro en base a las ayudas que las instituciones te puedan dar, sino que las subvenciones deben venir si el trabajo lo merece. Por eso nosotros hemos creado una especie de cooperativa en la que todos aportamos algo con un mínimo presupuesto”, añade Obregón. De esta forma, todos están trabajando en familia, su hermano se encarga del decorado y su pareja, Sol, de la producción de la obra. “Cada uno aporta lo que puede y, si al público le gusta, los espacios culturales ya nos contratarán”, explica Obregón.
Esta obra de teatro que llega a Durango y que posteriormente viajará hasta Madrid, intentará conectar con el público de una forma distinta a la que estamos habituados. De hecho la escenificación será en el patio de butacas, es decir entre el público. “Desde hace tiempo la televisión es una caja que forma parte de nuestras vidas, porque comparte el mismo espacio dentro de nuestra casa. Y con este trabajo queremos hacer algo parecido. Para ello, los actores se situarán en los laterales y en la zona central. Creo que será la forma de que los asistentes sientan el teatro al mismo tiempo que los actores”, añade Obregón.
Previo a su estreno resulta importante conocer las impresiones del público. Para ello suelen tener lugar varios pases con la intención de cotejar las sensaciones de los programadores y de algunos invitados, que en la mayoría de ocasiones suelen ser conocidos del medio. “Hemos hecho algún que otro pase y las conclusiones han sido muy buenas. Ahora solo falta la prueba final cuando lleguemos a Durango”, apunta el director durangarra.
SERIE PARA TVE Desde los 25 años, Paco Obregón ha sido una persona muy activa, y con numerosos proyectos. “Ideas no me faltan, tras el estreno en Durango de Adiós Chejov, tengo más trabajos por realizar. De hecho, en unas semanas comenzaré con el rodaje de una serie para Televisión Española de personajes históricos, y en noviembre quiero empezar a desarrollar también una obra conjuntamente con Rosa Martínez, directora del grupo de teatro Txintxaun de Berriz. Así que de momento no me puedo quejar”, añade el durangarra.
Todo un veterano actor que guarda los típicos nervios de volver a un Durango que le vio nacer y que le consagró como un referente del mundo de la cultura en todo el Estado.