Bilbao - La asociación de ganaderos de Karrantza han denunciado nuevos ataques de lobos en el monte Ordunte. Unas acciones que han aumentado de grado al ser sus víctimas terneras jóvenes, animales más grandes que las ovejas y cabras que ya fueron agredidas por los lobos en la primavera pasada. “Los ataques no han dejado de producirse en mayor o menos escala durante estos meses”, concreta un portavoz de la asociación que representa a una veintena de ganadores del valle de Karrantza.

Los últimos ataques se registraron el fin de semana pasado con el balance de dos terneras desaparecidas, una muerta a causa de las heridas producidas por el lobo y otra herida con dentelladas. Estas reses son animales que permanecen en el monte en régimen de libertad durante el verano y que son luego recogidas a las cuadras cuando llega el frío. Pero ha habido más acciones lupinas. El portavoz especifica que “también han ido a por potros y hemos visto en el monte restos de corzos también muertos por los lobos”.

El hecho de que los ganaderos tengan perros mastines para cuidar los rebaños y que vayan a buscar cada día las cabañas de caprino y ovino “parece ser que ha llevado a los lobos a atacar animales más grandes”, indican desde la asociación. Aun así “no podemos dejar ovejas solas porque van a por ellas”, indican. El miedo de uno de los socios llegó a su grado más alto cuando “hace unos días cuatro ovejas que tenía sueltas a unos 200 metros de su casa fueron atacadas por los lobos”.

Y hablan siempre de los animales salvajes en plural “porque creemos que son varios los que están atacando”. Sobre la posibilidad de que las agresiones no fueran de lobos, desde la asociación aseguran la autoría lupina. “El domingo después de los últimos ataques, una bióloga de la consultora que trabaja para la Diputación confirmó que eran lobos y también estuvo aquí un guarda forestal para comprobar los hechos”, indicaron.

Respuesta foral A pesar de esta atención, los ganaderos del valle criticaban la falta de respuesta foral a los últimos ataques. “Tantos nosotros como desde el Ayuntamiento de Karrantza nos hemos intentado poner en contacto con la Diputación, pero no nos hacen caso, parece que están de vacaciones, pero aquí no lo estamos”. Los permisos para efectuar batidas que permitan la caza de los autores es el objetivo de los ganaderos a la hora de contactar con el Departamento Foral de Agricultura y evitar así nuevas desgracias.

De hecho, algunos de los afectados ya están pensando en adelantar a ya mismo la recogida de las vacas y terneros que habitualmente se efectúa en noviembre. Uno de los ganaderos damnificados indica que “las reses que más riesgo corren son las novillas que superan el año y que están indefensas. Los terneros pequeños, los que están con las madres, permanecen más seguros porque les protege todavía la madre”.

La sensación de agobio entre los ganaderos era patente. “Estamos muy preocupados y no nos quejamos de vicio, porque los ataques no han parado”.

Como se recordará, en abril pasado varios ataques consecutivos en la misma zona acabaron con unas cuantas decenas de ovejas. Aunque entonces había dudas de que los agresiones fueran causadas por lobos, se permitieron varias batidas y en una de ellas se atrapó un lobo.

Tras aquellos ataques, la Diputación decidió indemnizar las reses muertas por perros salvajes igual que viene haciendo cuando son los lobos los causantes de las pérdidas.