Sopuerta - El inicio del próximo curso escolar se adivina ajetreado en Sopuerta después de que el Ayuntamiento haya anunciado su intención de acondicionar una de las tres aulas vacías de la escuela de La Baluga para siete niños matriculados en la Primaria pública, una línea inexistente en un municipio que reclama su implantación desde hace años. El Gobierno vasco advierte que el Consistorio carece de “competencia ni autorización”, para dar este paso, según apuntan fuentes del Departamento de Educación. Por ello, la viceconsejera, Arantza Aurrekoetxea, ha enviado un requerimiento al alcalde, Josean Llaguno, -en la localidad encartada gobierna Bildu con mayoría absoluta-. “Se va a dar un plazo de un mes para que el Ayuntamiento desista”, adelantan las mismas fuentes, y solo se hablará de las posibles repercusiones de la decisión municipal si agotado este periodo de tiempo no hay un cambio de opinión.

El Consistorio argumenta que esta medida “pretende paliar la situación a la que se han visto abocadas siete familias al negárseles la matrícula para sus hijos y recuperar el poder de decisión sobre una inversión pública de tres millones de euros”. Se refiere al edificio donde se imparte el ciclo de Infantil, construido después de que el Obispado de Bilbao donara el terreno donde se levanta a condición de no ampliar el itinerario educativo. Las familias que piden Primaria pública creen que la cláusula esconde la intención de monopolizar la educación a través del centro concertado San Viator.

Una opinión que no comparten todos los habitantes de Sopuerta. Así, la denominada Comisión Pro Educación considera que impartir educación Primaria pública en La Baluga no garantiza un proyecto sólido y a largo plazo y sostiene que la oferta con la que cuenta el municipio desde hace décadas ya cubre las necesidades de los escolares. - E. Castresana