Gernika. Sopelana es historia. La localidad costera se denomina ya de forma oficial Sopela. Las Juntas Generales dieron ayer el visto bueno a la modificación del nombre del municipio, el último trámite de este procedimiento. La aprobación de la propuesta, no obstante, no estuvo libre de polémica. Tanto el PP como el PSE pusieron en duda que la denominación histórica de la localidad fuera Sopela, acusando al Ayuntamiento de ahondar en una "teoría del cambio malvado" en la denominación anterior para justificar la modificación, mientras que tanto el PNV como EH Bildu aplaudieron un paso que refleja la situación "viva" del euskera.

El consejo de gobierno de la Diputación y la comisión institucional ya habían dado su visto bueno a la propuesta de cambio de denominación de Sopelana por el de Sopela, un procedimiento que había impulsado el propio Ayuntamiento en noviembre de 2012. Únicamente quedaba por cumplimentar la ratificación por parte del pleno de las Juntas Generales, que finalmente se produjo ayer en Gernika. Con el voto a favor del PNV y EH Bildu, y la abstención del PP y el PSE, la cámara vizcaina lo aprobó de forma definitiva.

Lore Bilbao, portavoz del PNV, puso en valor que este expediente ha cumplimentado "todos los pasos" necesarios, incluido el dictamen de Euskaltzaindia sobre la denominación propuesta que, "aunque no es vinculante, sí es preceptivo". La Real Academia de la Lengua Vasca es la encargada de justificar que, efectivamente, el nombre se corresponde con la denominación histórica de un enclave y su grafía es correcta. De hecho, ya dictaminó que Sopela es la versión en euskera del municipio, ya que es "la forma tradicional usual de la población euskaldun o vascófona de la zona". Sopelana, por su parte, es la "versión romance". Bilbao también destacó que modificaciones como estas demuestra que "el euskera sigue vivo" y ratifican "el compromiso de todos por impulsar" la lengua vasca.

Para Bildu, se trata de una decisión "razonable y justa", además de ser "plenamente compartida por la ciudadanía", según las palabras de su apoderado Asier Sanz. El apoderado de la coalición abertzale defendió el dictamen de Euskaltzaindia y recordó que "muchos nombres de pueblos y apellidos no tienen una correspondencia entre lo que se hablaba y lo que se escribía".

Especialmente crítico con el cambio se mostró el juntero Arturo Aldecoa, del PP. Aunque reconoció que el procedimiento se ha cumplido de forma correcta, discrepó con el expediente que justifica el cambio. Y es que, en su opinión, Sopelana es la denominación que se recoge en los escritos históricos. "La denominación histórica es Sopelana, le guste o no al Ayuntamiento. No podemos cambiar la historia", insistió. Por su parte, el representante socialista Juan Otermin acusó a Bildu, que ostenta el equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Sopelana, de "usurpar a la ciudadanía el derecho a opinar sobre este cambio, tan amigos como son de las consultas populares". Además, coincidió con los populares en criticar que el expediente justifica el cambio como "una operación reparativa de algún trastorno histórico".

Cambios paulatinos

El Ayuntamiento sopelarra mostró ayer su satisfacción por la culminación del procedimiento. El Consistorio de la localidad puso en valor el hecho de que a lo largo de todo el proceso se haya logrado un "consenso" tanto a nivel municipal como a nivel foral.

A partir de ahora, los cambios serán paulatinos en todo aquello que atañe a la Administración local. Aunque el proceso se iniciará en las próximas semanas, no se cambiarán de forma automática todos los carteles e instalaciones que exhiban el nombre de Sopelana. En el Ayuntamiento se da prioridad a las modificaciones que no tengan coste económico alguno. Así, los documentos oficiales será la primera muestra donde se podrá ver el nuevo nombre del municipio. También los elementos urbanos que se tengan que ir reemplazando como contenedores de basura, papeleras y bancos. Lo mismo ocurrirá con los documentos y objetos de papelería, que se renovarán "a medida que se vayan agotando", además de manchetas, publicidad, publicaciones o convocatorias. Estos elementos, los más económicos y de menor vida útil, serán los primeros en lucir el nuevo nombre y, con el paso del tiempo, todos los demás, irán sumándose a la nueva realidad.

Pero las gestiones del Consistorio no se reducirán a eso. Sopelana deberá comunicar el cambio de nombre a entidades como la Diputación, para que las señales de tráfico lleven la nueva nomenclatura. Otra entidad con la que el Consistorio sopelarra deberá realizar gestiones es el Consorcio de Transportes de Bizkaia. Con el cambio de nombre, es de esperar que también varíe la nomenclatura que reciba la estación del suburbano, actualmente Sopelana.

Estos son los trámites más notorios, pero no los únicos. Otras muchas entidades utilizan en publicaciones como mapas y guías el nombre de Sopelana, una nomenclatura que, desde ayer, es historia.

Sopelana inició la andadura en busca de la oficialidad de su nombre en euskera en noviembre de 2012. El Ayuntamiento comenzó todos los trámites municipales para poder efectuar el cambio, que culminaron en el pleno municipal de febrero de 2013. El primer paso en la vía foral se dio el 15 de octubre de 2013, un proceso que vivió ayer su último capítulo.