Güeñes. Los padres del colegio Eretza Berri de Sodupe visitarán hoy el centro para comprobar si, tras las actuaciones acometidas en los últimos días, persisten los malos olores y ellos mismos experimentan los dolores de cabeza o picores de garganta de los que se quejan algunos escolares hijos desde principios de mes o, por el contrario los síntomas han remitido. Después, convocarán una asamblea para decidir si los niños regresan a clase, ya que ayer la mayoría de las familias optó de nuevo por dejar a sus hijos en casa. Así lo acordaron los miembros de la AMPA presentes en la reunión celebrada después de un encuentro en el que el Gobierno vasco recalcó que "en ningún momento ha habido riesgo para la salud, ya que si hubiera sido el caso, habríamos tomado medidas inmediatamente", según explicó la subidirectora de Salud Pública de Bizkaia, Concha Castells, por lo que el colegio continúa abierto.
Durante toda la semana proseguirán los análisis para controlar la concentración de hidrocarburos del vertido de gasoil procedente de un generador que se filtró a través de una tubería rota. El Ayuntamiento de Güeñes ha instalado un tabique para aislar el foco de la fuga, localizado bajo la despensa, sellado los conductos eléctricos con el fin de evitar que se transmitan los malos olores y "se está sacando el agua que ha entrado por el sumidero por si quedaran restos de gasoil en la tubería", precisó el concejal de Medio Ambiente, Martín Pérez. Hoy mismo se tomarán más muestras en una de las aulas más afectadas y, si el hedor continúa, se valorará realizar un orificio en ese punto para extraer el agua del subsuelo. Además, el edificio cuenta con ventilación artificial que facilita la salida del aire.
El Gobierno vasco ha desplazado a Sodupe una unidad móvil que controla todos los indicadores del aire, "de forma que se pueden tomar decisiones in situ". Se trata de "una herramienta de primer nivel de la que solo existe otra unidad igual en toda Europa", tal y como apuntó representante del área de Medio Ambiente del laboratorio de Salud Pública, Jon Iñaki Álvarez. Y los exámenes realizados corroboran que "el aire es correcto desde el punto de vista de salubridad y las concentraciones de hidrocarburos van bajando".
Las familias abarrotaron la sala de la kultur etxea de Sodupe que acogió el encuentro y volvieron a pedir a los responsables institucionales "la verdad y que se tomen cartas en el asunto". Asimismo, sugirieron algunas alternativas por si fuera necesario ejecutar obras más profundas. Por ejemplo, dar clase en las instalaciones del antiguo centro COEN o habilitar estancias de la propia kultur etxea de Sodupe para alojar temporalmente a los estudiantes de las aulas con más incidencia de los malos olores. Gobierno vasco y Ayuntamiento les invitaron a acudir al centro y preguntar todas sus dudas a los técnicos que trabajan allí estos días, y así lo harán hoy.