Bilbao. Acudir al médico, al trabajo o, simplemente, ir de compras o al cine. Son actividades de la vida cotidiana que realizamos sin problemas. No todos, porque muchas personas con discapacidad no son capaces de hacerlo por sí mismas. Bidaideak, la asociación vasca de minusválidos, lleva dos décadas acercando a este colectivo a una vida lo más normalizada posible. Cada día, una flota de 70 vehículos traslada a 1.600 discapacitados a sus centros de trabajo, al colegio o a una cita con el fisioterapeuta con un servicio puerta a puerta por todo el territorio. Más de dos millones kilómetros al año hacia la plena integración de las personas con movilidad reducida. La propia asociación gestiona y cubre los déficits de una demanda que, hoy en día, todavía no está cubierta por la Administración. "Actualmente somos la entidad con el programa más desarrollado del transporte a demanda existente en el Estado. Nos hemos convertido en referente", reconoce, "con orgullo bilbaino", el coordinador de la asociación, Txema Alonso.

La idea de crear un servicio de traslado puerta a puerta surgió prácticamente al mismo tiempo que la asociación, en 1990. Bidaideak vio la luz con el objetivo de eliminar las barreras que impiden la participación de las personas con discapacidad en la sociedad de una manera normalizada, en todos los ámbitos: en las actividades laborales, culturales, recreativas... "Precisamente, el primer problema que se detectó entonces era que la gente no se podía ni juntar, porque en Bizkaia solo había una línea de autobús que tenía algún autobús adaptado, la Bilbao-Getxo. El resto de los medios de transporte eran inaccesibles", rememora Alonso. Entre las diferentes líneas de actuación que establecieron, surgió la de idear un servicio de transporte a demanda para personas de movilidad reducida, "un activo en todos los países avanzados de Europa". El coordinador de Bidaideak recuerda con nostalgia el primer vehículo con el que contó la asociación para este servicio y que sufragaron a base de rifas y con un pequeño golpe de suerte: una pedrea en la Lotería de Navidad que les ayudó a juntar los tres millones de pesetas que costó el utilitario. "Era un Fiat de nueve plazas, con un sistema elevador que tardaba muchísimo en subir y bajar. Lo tuvimos que traer de Catalunya", explica. En ese momento, solo había referentes con cierta dimensión en Barcelona, Zaragoza, Valencia y en Palma de Mallorca. Más que para poner en marcha el servicio, este primer vehículo fue importante para convencer a las instituciones, más en concreto a la Diputación, de que era posible desarrollar un programa de transporte puerta a puerta. "Nos reunimos con el entonces diputado general, José Alberto Pradera, para explicarle cómo funcionaban este tipo de vehículos y cómo se podía organizar el sistema". Finalmente, la Diputación donó a la asociación un primer vehículo a principios de 1993, con el que Bidaideak estrenó el primer servicio de traslado de personas con discapacidad en Bizkaia.

Los primeros usuarios fueron jóvenes con parálisis cerebral y severos problemas de movilidad, que trasladaban desde sus domicilios a la sede Aspace. Con el paso de los años, el servicio se ha ido ampliando hasta alcanzar los 71 vehículos y 435.000 usuarios al año -dentro de un colectivo de unas 3.000 personas- con los que cuentan actualmente. Cada día, sus vehículos recorren 6.800 kilómetros acercándoles a sus centros de estudios, polideportivos o trabajos; al año, dan la vuelta al mundo 50 veces recorriendo Bizkaia.

Movilidad dependiente Aunque al principio estaban abiertos a toda la población con discapacidad, con el avance en las medidas de accesibilidad en los medios de transporte se han centrado en el colectivo que más difícil lo tiene para desplazarse: las personas con movilidad dependiente, aquellas que, ni con la ayuda de apoyos técnicos, como sillas de ruedas, pueden desplazarse por sí mismas. "Son personas que, ni con los avances en accesibilidad, pueden utilizar la red de transporte público, por falta de autonomía", explica Alonso.

En Bidaideak ofrecen un doble servicio. Por una parte, cubren las necesidades de asociaciones, entidades y centros que atienden a las personas con discapacidad, facilitándoles el transporte a estos lugares. Cada día miles de discapacitados acuden a centros de día, ocupaciones, colegios o polideportivos gracias a sus vehículos. Hoy en día atienen a 87 centros ocupacionales, de día, formativos, asociaciones y residencias de Bizkaia. Entre sus clientes se encuentran la Asociación de Esclerosis Múltiple de Bizkaia, Fekoor, Aspace, prácticamente todos los centros de día del territorio, colegios que cuentan con aulas especiales...

Pero también ofrecen un servicio a demanda: personas que necesitan acudir al médico, a realizar una gestión al banco o a una sesión de fisioterapia en momentos puntuales. Aunque también pueden recurrir a ellos para ir al cine o de compras, sin justificar esos desplazamientos. "Así, como cuando tú coges el metro nadie te pregunta para qué quieres ir a Bilbao, aquí tampoco preguntamos el por qué del viaje", defiende Txema Alonso. Para ello, el usuario solo tiene que llamar a la asociación, con 24 horas de antelación, para solicitar este recurso, "aunque también tenemos un servicio de urgencia para necesidades inmediatas".

Son transportes colectivos, que se organizan mediante rutas - "pocas veces hacemos servicios individuales, porque también tienen que ser sostenibles económicamente"-, en vehículos especialmente preparados para permitir la entrada y salida de sillas de ruedas; el interior también está habilitado para ello. Y puerta a puerta: es el usuario en que determina dónde le recogen y cuál es el destino del trayecto.

Hoy en día, 20 años después de su creación, siguen defendiendo la necesidad de incluir estos servicios en la red de transporte público. "Se trata de garantizar el derecho a la movilidad de este colectivo", argumenta el coordinador de Bidaideak. "Mientras eso llega, con el apoyo de la Diputación, paliamos los déficits y facilitamos el transporte a las personas que lo demandan".

El departamento de Acción Social mantendrá en 2014 el medio millón de euros que ya ha destinado a este servicio este año. "Mediante este tipo de iniciativas garantizamos el acceso de las personas a los servicios. Como Administración, debemos poner proyectos de vida autónoma a las personas que lo desean", destaca la diputada Pilar Ardanza.