Bilbao
EL agua es vida. Todos saben que sin ella el ser humano no podría vivir. Tenerla limpia de impurezas en un vaso a golpe de grifo, y en casa, es un lujo que cuesta mucho dinero. Un valor poco apreciado, igual que deshacerse de todas las aguas sucias que generamos en nuestros aseos y evitar que contaminen nuestros ríos y la costa donde desembocan. Nos hemos acostumbrado de tal manera a este nivel de servicio en Bizkaia que es realmente poco estimado.
Por eso, cuando el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia (CABB) anunció el pasado martes una nueva subida del recibo del agua que pagamos trimestralmente algunos criticaron la medida. No muchos, es cierto, pero cualquier incremento en el coste de un elemento de tan primera necesidad como es el agua siempre levanta ampollas y quejas. Sin embargo, hay que relativizar esas cifras y conocer las razones por las cuales se va a subir un 7,5% de media el recibo del agua o, lo que es lo mismo, una media de 84 céntimos al mes por hogar.
Este aumento por encima del IPC anual viene obligado por la normativa procedente de la Unión Europea que ordena cargar a los consumidores finales los costes que generan el abastecimiento y el saneamiento del líquido elemento. Todas esas depuradoras que limpian las aguas residuales, las conducciones que llegan desde los pantanos con el oro transparente, los tratamientos para erradicar los gérmenes, son elementos que no solo cuesta construir, también mantener una vez que entran en servicio.
Las autoridades europeas consideraron la década pasada que tal y como está estructurado, el sistema no podría aguantar muchos años si los consumidores no abonaban el precio real de lo que cuesta llevar el agua al domicilio particular y evacuar las residuales. A partir de 2010, año en que entró en vigor la directiva marco, algunos gestores empezaron a aplicar la directiva a la brava, con incrementos de un año para otro de más de un 40%.
En los 80 municipios vizcainos que gestiona el Consorcio la subida se demoró hasta el presente año tras un tiempo de demora factible por el buen estado financiero de la entidad. El equipo gestor del edificio Albia decidió ir repercutiendo las nuevas tarifas a plazos, año a año, y las aprobadas el pasado martes supone el tercer incremento, que se repetirá el próximo ejercicio y el siguiente.
Euros contantes y sonantes El aumento también servirá para compensar la rebaja de aportaciones que anualmente realiza la Diputación Foral de Bizkaia, un dinero recortado que tendrán que proveer los abonados con el incremento aprobado en la asamblea del Consorcio. En tres años una subida de casi un 27% que, a simple vista, impacta pero que llevada a euros constantes y sonantes no es para tanto.
En una vivienda con tres miembros de familia, la subida mensual para cada uno será de 28 céntimos de euro. Este modelo tipo lo cumplen el 61% de los abonados al CABB. Son los pequeños consumidores que no gastan más de 25 metros cúbicos (25.000 litros de agua) cada tres meses, pero es que para los grandes gastadores de agua, las industrias vizcainas, la mayoría verán incrementada la tasa del agua en una cantidad que no supera el 1,65 euros al mes.
Unos costes que, incluso a pesar de la amplia subida, todavía mantienen a Bilbao y Bizkaia como una de las zonas con tarifas más baratas tanto a nivel del Estado como en todo el mundo. Según un estudio comparativo del CABB que recoge el precio del agua en 2012 de las 28 capitales de provincia más importantes del Estado, Bizkaia se ubicaría en el puesto 22. Es decir, solo seis entidades cobran menos a sus clientes que el consorcio vizcaino.
Tomando como referencia el consumo de 10 m3 de agua registrados en contador individual, los abonados del CABB pagaron 12,66 euros, por encima de los de Salamanca, que pagaron 11,96 euros; A Coruña, que abonaron 10,73, o Valladolid, que cuenta con el precio más barato, 9,62 euros.
Por encima, las cifras se disparan. En Córdoba se abonan 23,63 euros, Emuasa, la empresa abastecedora en Murcia, cobra 33,50 euros por los 10.000 litros y la palma se la lleva Alicante, cuyas Aguas Municipalizadas exigen 43,71 euros, más del triple que en Bilbao.
Destaca que otros municipios están también adaptando sus tasas y en 2012 se registraron aumentos de un 10,20%, un 15% e incluso de casi un 21% como fue el caso de Valladolid, otra de las capitales baratas de agua.
La 147 de 180 urbes del mundo Pero Bilbao y Bizkaia no están solo en la parte baja de la tabla a nivel estatal. Un informe de la IWA (International Water Association), la Asociación Internacional del Agua, referido a 2011, especifica que Bilbao se encuentra en el puesto 147 de las 180 ciudades más importantes del mundo en cuanto al coste del agua potable. La horquilla de la factura para el consumidor de 200 metros cúbicos (200.000 litros de agua) va de los escasos 26 euros que se abonan en Mauricio o Buenos Aires, a los 536 euros que se paga en la ciudad suiza de Lausana. Bilbao ronda los 93 euros en esa escala.
Otro dato estadístico, que relativiza el incremento que tendrán que abonar el millón de vizcainos que se surten del agua del Consorcio, es el peso de esta partida en el gasto de los hogares, si lo comparamos con la electricidad que consumimos y el coste de las líneas telefónicas que usamos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, la media en el Estado del peso del agua es el 0,71%, la energía 2,68% y la telefonía el 3,03%. A nivel del País Vasco las cifras son un 0,53%, 1,99% y 2,76% respectivamente, es decir, todas por debajo de la media estatal.