Jon Gangoiti: "La culpable de la competencia desleal es la Unión Europea"
Sus declaraciones sobre la competencia desleal que suponen los vuelos subvencionados por las autoridades cántabras han levantado ampollas en la comunidad vecina. Gangoiti reitera su postura pero no culpa a Cantabria sino a la Unión Europea por permitirlo
Bilbao. Es una situación que ya suma casi una década. La presencia de Ryanair en el aeropuerto cántabro de Parayas ha causado siempre el recelo de Bilbao pero ahora, con la crisis cada vez más agudizada y las protestas de las compañías, la sociedad Bilbao Air ha decidido ser más directa.
Se ha montado un buen lío en Cantabria con sus declaraciones del pasado martes.
No es nada nuevo pero es algo que está llegando ya a ser un problema muy importante y más en la actual situación.
Se reafirma en que hay competencia desleal desde Cantabria.
Sí, pero yo no acuso a esa comunidad autónoma, la culpable de esa competencia desleal es la Unión Europea (UE) por permitirlo. Lo que está claro es que, de acuerdo con la legislación comunitaria, hay indicios de competencia desleal con las subvenciones, sean en Cantabria, León o Montpelier. Nuestra obligación es defender los intereses de las aerolíneas que operan desde Bilbao.
¿Están presionando a Bilbao Air?
Constantemente, Brusells Airlines, Air France, Lufthansa... y es lógico porque nuestras líneas están en una situación de indefensión, de inferioridad, ya que en un aeropuerto próximo hay una compañía que opera subvencionada a los mismos destinos que desde Bilbao. Esta queja no es nueva pero en esta época de crisis es más frecuente.
¿Cuántos vuelos están duplicados en Parayas y Loiu?
En este momento hay un total de 16 rutas domésticas e internacionales.
Todos explotadas por Ryanair.
Sí, así es.
Aerolínea que operó en Bilbao y se marchó ¿fue una argucia de esta compañía 'low cost' para presionar a las autoridades cántabras?
Por supuesto. A principios de este año acababa el contrato entre ambas partes y Ryanair empieza a funcionar aquí en mayo de 2012, cuando estaba negociando con Cantabria sabiendo que la situación era difícil. A finales de enero llegan a un acuerdo y un par de semanas después anuncian que deja todas sus rutas en Bilbao y algunas de ellas directamente la traslada a Parayas. Estaba cantado.
El presidente de Cantabria dice que las ayudas son legítimas.
No quiero entrar en una polémica dialéctica que no lleva a nada.
¿Por qué no interviene la UE como ha hecho en el sector de los astilleros recientemente?
No lo sé, pero su postura es totalmente contradictoria. Estamos en una UE que dice que hay que reducir el gasto público, bajar el déficit, sin embargo, permite esta competencia desleal que utiliza fondos públicos. Parece que quiere que haya competencia de subvenciones entre aeropuertos. Ha creado un escenario en el que se puede entrar en una carrera de subsidios absurda.
Las instituciones representadas en Bilbao Air nunca han subvencionado aerolíneas. Igual se lo tienen que plantear ahora.
No, analizamos esa opción y está descartada.
Pero imaginemos que así fuera. ¿Que ocurriría?
Bueno, solo la Diputación de Bizkaia casi triplica en presupuesto a la de Cantabria. Si entráramos en esa pelea y se quisiera ganar pondríamos más dinero para captar todos los vuelos. Sería un banquete para la compañías. ¡A ganar dinero en época de crisis!
Sería competencia salvaje.
Nos traeríamos todos los vuelos aquí y así todos las rutas que están duplicadas en Cantabria y Bilbao serían rentables desde nuestro aeropuerto. Pero eso significaría protagonizar una de las actuaciones más ilógicas desde una entidad pública en época de crisis. Supondría que a unas compañías aéreas que ganan dinero, encima se le regala más y de carácter público.
¿No tendría que estar prohibido explícitamente por Europa?
Existe una directriz de 2005 que permite apoyar a las aerolíneas por parte de las instituciones locales pero con unas condiciones que, desde Bruselas, nunca se han preocupado de que se cumplan.
¿Cuáles son?
Que sean ayudas que se prolonguen solo tres años, que las cantidades sean decrecientes en ese tiempo y que a partir del tercer año la compañía asegure la rentabilidad de sus vuelos sin recibir más dinero público. Además, todo esa relación tiene que estar comunicada a la Unión Europea y al Estado español. Pues nada de eso se ha cumplido como ya ha sido denunciado por el Tribunal de la Competencia de España.
Por lo que veo aquí solo ganan las aerolíneas que llenan sus arcas.
Está claro, ese dinero público no implica que se creen nuevos usuarios, tan solo que se traspasan de las compañías de bandera a las low cost, que son las apoyadas financieramente. Con esas ayudas el billete de los viajeros es pagado en parte por las instituciones.
Va a denunciar Bilbao Air esta situación ante la Unión Europea.
No vamos a llegar a ese extremo, de momento, pero hoy existen ya razones suficientes para intervenir, para evitar que en aeropuertos próximos unas compañías aéreas estén en una posición de desventaja con respecto a otras.