Bilbao. ¿A qué se debe la caída en el sector de hostelería?

Los motivos son diversos, principalmente porque la crisis aprieta y cada vez más en Bizkaia.

¿En qué se nota?

Los restaurantes han visto bajar las comidas a la carta, los banquetes se hacen con presupuestos ajustados, y los cafés y bares han notado una disminución acusada de la clientela, no tanto en horario de mañana como en el horario de inicio.

Dice que el mercado está saturado.

Y así es. En Bilbao han abierto entre 25 y 35 de los denominados locales diurnos, que en teoría solo dan comidas al mediodía, pero que luego en realidad trabajan por la noche. Los hosteleros entienden que eso es una competencia desleal que también les perjudica. La normativa fue cambiada en la época de Julia Madrazo y ahí continúa.

¿Han manifestado ese malestar?

Los hosteleros han enviado una carta al Ayuntamiento en la que piden que se limite todo lo posible el aumento de nuevas actividades, y en especial estos establecimientos diurnos, y que se vigile si abren o no. También han pedido que se controle a los locales que abren sin permiso para expedir alcohol, pero que acaba vendiéndolo.

Complicado contentar a todos.

Lo es, pero lo que deben hacer las instituciones es proteger lo que hay y controlar las nuevas aperturas. Los hosteleros no se oponen a establecimientos innovadores que aporten un plus al sector.

¿Por ejemplo?

Entre los opciones, podrían exigirles abrir en festivos y de esa manera garantizamos locales abiertos en zonas céntricas de Bilbao.

Ha reconocido darle pena ver el Ensanche en Semana Santa.

Es que no hay demanda, por mucho que nos empeñemos. La gente de aquí se va fuera y la que viene no es suficiente. Difícilmente podemos hacer un llamamiento para que los establecimientos abran en domingo, cambiando las condiciones de sus asalariados si no van a obtener la actividad económica suficiente.

¿Barajan alguna solución?

Una propuesta es habilitar en Bilbao una zona de especial interés turístico en las que puedan instalarse esas nuevas actividades hosteleras que se abren en Bilbao que no tengan limitación de distancias entre bares. La otra solución es confiar en que la llegada del AVE pueda generar una mayor afluencia de viajeros en festivos y puentes que permita modificar las costumbres tanto del comercio como de los bares.

¿Qué le enfada a Ángel Gago?

No soporto la deslealtad que demuestra la oposición, ni tampoco esa postura de criticar por ejemplo la ayuda al Uxue Bilbao Basket. ¿Alguien se ha planteado cuánto dinero supone tener en la elite un equipo de baloncesto o de fútbol?

¿Ser políticamente incorrecto le ha traído problemas?

No, pero sí muchas críticas.

¿Las acepta?

Siempre que sean argumentadas, sí; la gente tiene que dar su opinión. Me critican y me han tachado muchas veces de egoísta porque pienso en nuestra economía.

Se enfada.

¿Cómo no me voy a enfadar? Me llaman egoísta porque apoyo que la Diputación vizcaina destine ayudas a un equipo de baloncesto.

El diputado general, José Luis Bilbao, ha sido muy criticado por ello.

En la política no vale todo y las críticas cuando son constructivas las acepto, pero cuando solo son para ganar puntos, no. Sin esa ayuda al club, no habría partido ante los 76ers de la NBA ni sería posible la posible presencia de la selección de Estados Unidos en el Mundial de 2014.

¿El apoyo es una inversión?

Por supuesto. La oposición antes de criticar por qué la Diputación ha concedido la ayuda al Uxue que piense en el dinero que supone. No es un exceso, sino una inversión que deja dinero. Igual que el Athletic. Que el año pasado jugase en Europa supuso una importante inyección económica, no solo para la hostelería, también para las agencias de viajes, taxistas, comerciantes... De eso nadie dice nada. No sirve para criticar.