Desde los benditos frutos del mar Cantábrico hasta la bombilla que se enciende sobre la cabeza para, ¡plim!, alumbrar una idea ya de por sí brillante, las dos historias que se cruzaron ayer en el camino tienen difícil encaje. Dale que te dale, el hilo conductor de ambas aparece de repente: una canción infantil. "¿Dónde están las llaves, matarile, rile, rile?; ¿dónde están las llaves matarile, rile ron? En el fondo del mar, matarile, rile rile; en el fondo del mar, matarile, rile ron. ¡Chimpón!". ¿Se acuerdan? Ahora les cuento por qué.
Todo comenzó en el parque comercial Artea, donde ayer fue inaugurado Itsas Azoka, en el edificio mirador Artea. Es allí donde Luis Miguel Fernández ha logrado que se pose el pájaro de su experiencia, tan desarrollada en el legendario restaurante Gloria, de Zierbena. El local es singular. No por nada, recibe al cliente una pescadería al uso, de toda la vida. Allí conviven el mero y doña cigala, el bogavante que claquea, aún vivo con sus amenazadoras pinzas, y el percebe; la merluza y el rape, el pulpo y la navaja. Uno los mira con arrobo y elige: este, ese otro y aquel de más allá. Se le entrega al comensal un avisador y cuando el fuego ha hecho su trabajo, se le avisa y recoge la jugosa mercancía. Langostas en el autoservicio, pudiera ser el título de la canción, con melodía de los ochenta. Todo se cocina allí mismo y el precio medio de una mariscada oscila ente los 30 y 35 euros por barba para mover el bigote. ¡Una bicoca!
A la cita con ese paraíso de las aguas acudieron, entre otros, Josu Loroño, Josean Sertutxa, María Jesús Idigoras, José Luis Iglesias, Rosa Mari Vecilla, Víctor Fano, Alfredo González, el diseñador Oscar del Hoyo, María Valle, atenta a que todo discurriese con fluidez; Mikel Erkoreka, Pablo Ortega, Osvaldo González, Isabel Iriondo, Carmen Olabarria, José Luis Aranguren, Juan Carlos Garay, José Mari Agirre, Fernando Uria, Alfredo Aristondo, Andoni Sarratea, Juan Iribarren, María de las Heras, Luis Fernández, José Ramón Azkarate, Iñigo Bilbao, Joseba Bañuelos, Izaskun Mendiguren, Álvaro Serrano y un buen número de invitados que disfrutaron del encuentro con la mar en las alturas. El local da servicio a 200 comensales y arranca con brío: una parrillada de marisco a 28 euros por persona desde un mínimo de dos. Media docena de gambas, otra media de langostinos y la misma de navajas; dos nécoras a la plancha, lubina a la brasa y postre casero. Habrá también carnes y embutidos, para los nostálgicos. No digo que los asistentes se sintieron como pez en el agua... ¡por si los cocinan!
Casi al tiempo, el Bilbao Arena acogió la ceremonia de entrega del primer premio CIB 2012, donde el Ayuntamiento, a través de Bilbao Ekin-tza, recompensaba a la idea más innovadora de los comercios a lo largo del pasado año. Pilar Peña y los suyos, en nombre de la cerrajería Wilma, de Trauko, recogieron el galardón por la ocurrencia de un servicio itinerante de duplicado de llaves, a bordo de una furgoneta. Un servicio express que ahorra disgustos y alivia necesidades. Nora Sarasola, Marta Ajuria, José Antonio Redondo, Julián Valentín y una legión de gente con ideas que sacan una cabeza a las comunes, vivieron de cerca el certamen.