Mirase uno donde mirase, Bilbao era ayer una tierra repletas de conquistadores, algo así como el Nuevo Mundo. Fueron legión quienes se acercaron, desde otras latitudes, para dejar su huella y el asombro, como aquel que debió sentir el primer indígena que vio la silueta de Hernán Cortés salir de las aguas a lomos de un caballo. Desde tierras guipuzcoanas, previo paso por medio mundo, desembarcaron en la villa las vanguardistas oficinas de Cialt Asesores, con Mario Fernández como capitán de la nao y Juanjo Etxeberria como comandante de esa armada fiscal, mercantil, civil y procesal; que surca mares tan diversos como el deportivo o el de los transportes y logística, el derecho concursal o los precios de transferencia. Desde las tierras del sur subieron los descendientes de Séneca, el cordobés, merced a la Fundación Viana, que trajo hasta la Gran Vía (sala BBK y alrededores, para más señas...) una muestra de la oferta turística y gastronómica de Córdoba que, como Bilbao, también es una ciudad que tiende puentes.
El relato de esta epopeya conquistadora comienza en los salones del hotel Domine que dirige Raúl Fernández, donde se vistió de largo la Cialt Asesores para lucirse en Bilbao. A la cita acudió gente muy dispar; desde el mítico portero de la Real Sociedad, Luis Arconada, hasta el consejero delegado del Ayuntamiento de Bilbao, Andoni Aldekoa, pasando por Javier Clemente, Carlos Gurpegi, José Luis Sabas; el director de la Cámara de Comercio, Mikel Arieta-Araunabeña; Xabier Basañez, enfrascado estos días en las tribulaciones y aventuras del BEC, Xabier Jon Davalillo, Josu Ibazabal, Elena Arreta; el presidente de la Bolsa de Bilbao, José Luis Damborenea, Alberto Uribe-Echevarría, Javier Agirre, Josu Izagirre, María José Beltrán o el otro Mario Fernández, padre del director de las nuevas oficinas y presidente de Kutxabank, que se movía con discreción, en segunda línea.
Más visible se hizo su presencia en la sala BBK de la Gran Vía, donde el desembarco cordobés fue todo un Normandía de ofertas turísticas y gastronómicas. Una trinchera de 16 expositores sacaron Córdoba a la calle en tarde de mercado. Mientras tanto, en el interior de la sala el propio Mario Fernández saludaba al alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, a Mariano Gómez y Sabin Anuzita que acudieron en nombre del Ayuntamiento de Bilbao; a la presidenta de la Fundación Viana, Pilar Sebastián, el presidente de Cajasur, Carlos Pla, Luis Carreto, y un sinfín de autoridades civiles, públicas y privadas.
Fue todo un estallido para los sentidos. No por nada, el acto institucional de Córdoba en Bilbao contó con la intervención de la propia presidenta de la Fundación Viana y el vicepresidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes; amén de las autoridades ya citadas. A la media luz de la media tarde se presentaron los vídeos Córdoba, vida y genio y Viana, puerta de los Patios de Córdoba, todo ello puesto ante nuestros ojos por la actriz cordobesa Marisol Membrillo. Entre los presentes se encontraban Ignacio Sánchez Asiain, Juan Mari Sáenz de Buruaga, Xabier de Irala, Jon Mancisidor, Gorka Martínez, Rafael Calviño, Endika Ruiz de Zarate, Ana Churruca, Ignacio Echeberria; la diputada de Turismo de Córdoba, Rocío Soriano, Rafael Navas, Rafael Arenas, Ibon Imatz, Javier Martínez; el presidente del PP en el País Vasco, Antonio Basagoiti, Cristina Marañón, Isabel Ortega, José Ramón Mendibelzua, los cocineros cordobeses con estrella Michelin Celia Jiménez y Kisco García y un sinfín de gente que entraba y salía del salón de la sala a la calle, donde el aceite de oliva virgen extra de las distintas denominaciones cordobesas, los ibéricos de Los Pedroches, vinos de Montilla-Moriles, quesos de Zuheros, ajos de Montalbán, membrillo de Puente Genil y una selección de productos de la Subbética eran recibidos con aleluyas por la gente de a pie. Entre ellos, Isabel Agirre, Jaime Ortuzar, Carlos Hernández, cordobés afincado en Bilbao y emocionado como niño: Jon Uribe, María José Ruiz, María Ángeles Irigoyen, Cristina Palacios y un buen número de peregrinos miraron hacia el Alcázar, dando gracias por tanto bueno.