Gernika-Lumo. Una plaza servirá para resguardar la cruz de Errenteria, del siglo XV, que un camión derribó en noviembre del 2011 tras tirar abajo el cableado de Telefónica. Pese a que el Ayuntamiento anunció inicialmente su intención de colocar la pieza histórica en una rotonda que también serviría para ofrecer una mayor seguridad al cruce en el que estaba situada, finalmente los técnicos municipales han abogado por ubicarla dentro de una plazuela que, pegada a las casas de Argatxa, contará con un área de 250 metros cuadrados urbanizados.
Así lo señaló el primer edil, José María Gorroño, en el transcurso del último pleno municipal, celebrado el miércoles. La reconversión de este transitado espacio urbano, asimismo, también afectará al cruce de Errenteria que da paso hacia la vecina localidad de Ajangiz. No en vano, y tras desechar la primera opción de habilitar una glorieta para reordenar el tráfico -el primer edil adelantó ese proyecto en el pleno del pasado mes de diciembre-, la intersección seguirá ofreciendo acceso hacia la BI-3224, además de permitir que los vehículos provenientes de ese vial se puedan incorporar "con una mayor seguridad" a la calle San Bartolomé y poder tomar dirección hacia el centro de Gernika-Lumo o hacia Lorategieta.
"Le hemos dado muchas vueltas al asunto, y finalmente hemos encontrado otra solución diferente a la rotonda que inicialmente preveíamos", indicó Gorroño. La medida ideada por los técnicos municipales de ampliar la acera del edificio contiguo y generar la plazuela en Errenteria, argumentó, "permitirá que la cruz se ubique en el interior de la plaza y esté aún más resguardada". De la misma forma, los peatones también tendrán "mayor seguridad", avaló.
Monumento Catalogada como monumento protegido en el Patrimonio Cultural Vasco, un cable de Telefónica arrancado por un camión de grandes dimensiones derribó e hizo añicos la característica cruz del siglo XV de Errenteria, de cuatro metros de altura, en noviembre del 2011. "Tomamos medidas y el cableado fue soterrado", recordó Gorroño.
Con más de cinco siglos de historia, la pieza se colocó en Errenteria en la Edad Media señalando el lugar donde las casas de Arteaga y de Muxika libraron una batalla a mediados del siglo XV y, pese a que en 1835 fue destruida en una lucha entre tropas liberales y carlistas, y se reconstruyera en 1893, siempre ha estado en esa ubicación, salvo un corto periodo de tiempo desde 1997, cuando se trasladó con motivo de unas obras en el puente de Errenteria.