Bilbao. La crisis y los elevados gastos aparejados al servicio diario de la flota de unidades de Bilbobus, así como los cambios en los hábitos de los ciudadanos han desencadenado, finalmente, el ajuste y la modificación de las frecuencias y el recorrido en 7 de las 43 líneas que cubren estos autobuses. Esta adaptación a la realidad económica y social, acordada entre trabajadores y empresa, entrará en vigor hoy mismo y tendrá consecuencias en los tiempos de espera en las paradas de los trayectos afectados.

En concreto, tal y como ya anunciaron hace unas fechas desde el Área de Circulación del Ayuntamiento de Bilbao, las líneas que se verán damnificadas son Deusto-Atxuri, San Inazio-Txurdinaga, Santutxu-Plaza Circular, Santutxu-Lezeaga, Larraskitu-Castaños y Artatzu-Moyúa. La séptima línea incluida en ese paquete de ajustes es la que cubre el trayecto entre San Inazio y Zorrotza, aunque en este caso se acortará su recorrido al girar hacia Moyúa en vez de seguir hasta Zabalburu.

A estas modificaciones se prevé que a lo largo del próximo año se sumen nuevos ajustes en la línea 62, en la que se adecuará la frecuencia a los usos actuales; eso sí, está previsto que se recupera la cabecera de regulación (punto de salida y llegada) en Sagrado Corazón, en lugar de en Termibus, como se está haciendo ahora. La otra línea que se modificará el próximo año es la 22, cuya frecuencia pasará de 15 a 20 minutos.

Gasto del Servicio El concejal de Circulación y Transportes, Asier Abaunza señaló que ha sido imprescindible hacer estas reformas "porque si no, no podríamos soportar el gasto del servicio". El Ayuntamiento ha mantenido la partida presupuestaria para Bilbobus en 2013 en 28 millones de euros a pesar de que el presupuesto municipal se ha reducido en 17,4 millones de euros con respecto al año pasado. Desde 2009, la transferencia dedicada a Bilbobus en los presupuestos generales del Ayuntamiento ha crecido a un ritmo de millón y medio anual, salvo en 2013 que se mantiene la partida presupuestaria para Bilbobus de 2012.

El ajuste ha sido acordado por el Ayuntamiento de Bilbao con la empresa concesionaria del servicio y con el comité de empresa de Bilbobus garantiza la continuidad de toda la plantilla de trabajadores fijos aunque también la no renovación de ocho contratos temporales. Los objetivos que han definido esta política de ajustes han sido "conservar todas y cada una de las líneas de Bilbobus, garantizar el servicio prestado a los barrios de la Villa y mantener todos los puestos de trabajo de los empleados con contratos indefinidos", aseguraban desde el Consistorio bilbaino. Para llevar a cabo las modificaciones se han tenido en cuenta los medios alternativos de transporte para el trayecto realizado, así como el número de usuarios en los días modificados con el fin de evitar un exceso de afluencia.