El increíble poder de la seducción
Ellos conocen el increíble poder de la seducción, el arte de la conquista al más puro estilo Casanova, con una disimulada provocación que te hipnotiza. Ellos son los magos de la publicidad, esa fábrica de sueños donde se obra el milagro de hacer imprescindible lo accesorio, de convertir una sarta de promesas en una ristra de productos. No por nada, el gran visionario de la sociedad de la información, Marshall McLuhan lo dejó dicho antes, incluso, de que sucediese la gran expansión: la publicidad es la mayor forma de arte del siglo. ¿Exagerado...? ¡Según como lo anuncien!
Ayer se anunció la noche de la publicidad en Bizkaia, celebrada en el pub Strawberry de la calle Telesforo Aranzadi, donde ayer se produjo una intensa concentración de creativos por metro cuadrado. El local, decorado con paramecios multicolor y una fuente de chocolate diseñada por Eva Maguregi, a la que acudieron los presentes para apagar su dulce sed con inusitada frecuencia,acogió a buena parte de los integrantes de la la Asociación de Agencias de Publicidad de Bizkaia que preside Luis Sastre. Era su noche, un tiempo donde el reloj que siempre les azuza se detuvo para darles un respiro. A la cita con ese tempo lento acudieron, entre otros, Willy Díez de Vergara, Yurdana Burgoa, Aitor Zumelzu, encargado de organizar una fiesta que cambió de look (ese renovarse o morir es un lema de lo más publicitario...) con respecto a años anteriores; César Magallón, José Félix Ruiz, Eddie Peñín, Juan Zubeldia o Pepe Seijo, Josune Iratxeta, Jon Cortazar, Eduardo Gallo, Miguel Ángel Ruiz, Lidia de la Fuente y una legión de gente que trabaja con material frágil e inflamable: los sueños y anhelos de la gente.
Hace ya un tiempo que Don Draper, protagonista de la serie de ficción Mad Men, dijo algo aterrador: "La publicidad se basa en una cosa, la felicidad. Y, ¿sabes lo que es la felicidad? La felicidad es el olor de un coche nuevo". Jamás de los jamases, aunque esta gente sea capaz de hacérnoslo creer. Es su oficio. Ese, y manejar con destreza las grandes cuentas o los pequeños negocios: lo que hoy se tercie, que no están las cosas para menosprecios.
Sea como sea -y sin coche nuevo de por medio...- ayer los publicistas y la gente que se codea con ellos en el negocio sonreían con aparente felicidad. Lo hicieron Kike Hermosilla, Carlos Basterretxea e Itziar Leal, en nombre de DEIA; Floren Mancisidor, Nora Blanco, Eduardo Velasco, Sandra Barrutia, Koldo Marcilla, Loly Rubio, Arantza Martínez, Pepa Gandarias, Unai Aizpuru, Joseba García, Sandra Míguez, Yolanda Martínez, Aitor Aranguren, Edorta Azaola, José Luis Iriarte, Ibone Estébez, Patxi Errasti, Libe Romaña, Ane Mendibe, Celia Albizu, Cristina Balda, Ainhoa Arrate, Maite Cuenca, Ander Anaitua, Ainhoa Toyos, David Pascual, Juan Baliño, Janire Valero, Óscar Gil y un buen número de asistentes a un encuentro donde los presentes no perdieron la ocasión para tomar distancia de la cuenta de resultados, uno de los grandes calvarios de su trabajo. Sustituyeron la preocupación por los platos de jamón que volaban de mano en mano, con la certeza de que mañana volverán las espinas de las zarzas pero que ayer, incluso entrada la noche, para ellos salía el sol. Y es gente con ingenio, capaz de disfrutar de todas esas cosas.