El belén de San Francisco bate récord de asistencia en Durango
El montaje se clausura esta tarde, tras casi un mes abierto al público, con alrededor de 3.500 visitas
Durango. El belén que desde hace catorce años Luis Ibáñez abre al público en una lonja de la calle San Francisco de Durango ha batido esta vez récord de visitas. De hecho, si el año pasado fueron alrededor de 1.500 las personas que acudieron a ver el montaje, en esta ocasión han sido en torno a 3.500 las visitas recibidas, una cifra que ha llenado de satisfacción a su autor, que cada año ofrece su particular creación, de forma desinteresada, a todos los vecinos de la villa.
Ha sido el propio Ibáñez quien, aparato en mano, cada día, desde principios de diciembre, se ha encargado pacientemente de contar el número de personas que se acercaban hasta la lonja, que ha estado abierta de lunes a domingo de 18.00 a 20.00 horas. De este modo, el autor ha tenido la ocasión de comprobar en primera persona cómo la aceptación de su belén va creciendo de un año a otro entre los vecinos de todas las edades, a quienes Ibáñez recibe, además de con su sonrisa, con un puñado de caramelos y música a cargo de los tradicionales villancicos navideños.
Méritos para este éxito no le faltan, ya que este aficionado desde niño al montaje de nacimientos hace que su trabajo no solo crezca en metros de una Navidad a otra, sino también que incluya nuevos elementos que no dejan indiferente a quien lo visita. Así, entre los atractivos que han contribuido a que esta representación católica de la Natividad cuente con tantos seguidores se encuentran sus dimensiones de catorce metros cuadrados, que acaparan el espacio de la lonja al completo, así como la originalidad de las figuras -muchas de ellas realizadas por el propio Ibáñez y dotadas de movimiento-, y su cuidada puesta en escena, ya que se trata de un belén en el que amanece y anochece, e incluso nieva, que la novedad más destacada de este año.
Además del portal de belén propiamente dicho, la estampa navideña también ofrece en este caso algunos de los pasajes bíblicos más conocidos, como la matanza de los Santos Inocentes o la Anunciación.
Para todo ello, han sido necesarios veinte kilos de arena traídos expresamente desde la playa de Laredo, más de cien figuras y treinta bombillas, 25 metros de fibra óptica, catorce motores y muchas horas de dedicación y paciencia por parte de su impulsor.
Será esta tarde cuando el popular belén de San Francisco cierre sus puertas, a las 20.30 horas, hasta la Navidad próxima, pero Ibáñez ya ha empezado a idear cómo sorprender al futuro visitante. Entre los cambios previstos, su artífice ha pensado en una nueva distribución espacial y en incluir nuevos fenómenos climatológicos.