Busturia. Son ya diecinueve los años en los que Busturia lleva a cabo la exposición monográfica del euskal artzain txakurra y ya superan el medio millar los canes de esa raza catalogados de manera oficial en la misma. Ayer se sumaron a esta privilegiada lista siete ejemplares más de los 17 que se postularon para ello, tanto en su variedad Gorbeiakoa como en Iletsua.

A través de esta labor, Euskal Ar-tzain Txakurraren Elkartea busca que esta raza sea reconocida por la Federación Cinológica Internacional. "Para que se logre por primera vez es necesario certificar ocho generaciones de la raza, aunque llevamos cierto retraso porque cuando hay nuevas camadas hay que registrarlas y los pastores suelen estar a otras cosas y no a estos papeleos. Por eso tenemos que ayudarles para conseguirlo", opinó Rafael Malo, juez de esta raza vasca.

Las pruebas de selección de los nuevos ejemplares mayores de un año volvió a ser exhaustiva, como lo requiere el serio e importante objetivo marcado por sus promotores. "Es una raza que no está consolidada, por lo que debemos cuidar con mucha atención su pureza para que puedan ser realmente válidos como sementales o como reproductoras", advirtió, justificando a su vez la obligatoriedad de realizar estas selecciones en público para "evitar suspicacias o amiguismos".

Por esa pasarela en la que se convirtió la cancha del frontón de Axpe desfilaron los canes para ser evaluada su belleza, destacando Kiskur y Sua, en las modalidades masculina y femenina de la variedad Gorbeiakoa, y Amezketa e Ilargi, en sus correspondientes más peludos. Sus brillantes colores rojizos y sus alegres andares recibieron el aplauso de los cientos de asistentes.

Prueba de trabajo Sin embargo, entre los estándares de la raza vasca es necesario atender a su labor en el pastoreo, cualidad característica de la cual adquiere su nombre. "Todo animal doméstico se utiliza para beneficio de su dueño y los pastores vascos han utilizado estos perros para el cuidado de ovejas desde hace cientos de años", recordó el juez. "Esto lo empezaron a fijar los ingleses hace dos siglos cuando establecieron los estándares de las razas de perros para la caza setter, del verbo to set -indicar-, o pointer, del verbo to point -colocar-. Siguiendo con la etimología, Rafael Malo recordó que el clásico término pedigrí viene del francés, pie de grulla, y que alude a la forma con la que se representa un cuadro genealógico con las tres generaciones necesarias para que un animal sea calificado de esa manera.

Para completar la puntuación valedera para el campeonato de Euskal Herria fue necesario, por lo tanto, que los canes realizaran una prueba de pastoreo en las campas de Ispilueta. En ella no todos los canes estuvieron igual de acertados a la hora de seguir las indicaciones de sus amos u ordenando las ovejas que otro perro -que hacía las veces de crupier- barajaba tras cada sesión. Así, mientras Leze se hacía con el galardón de mejor macho y Lagun se imponía en hembras de la modalidad Gorbeiakoa, en Iletsua ningún macho completó la labor mínima requerida mientras que Perla destacó entre las damas.

Uno de los pastores más satisfechos tras la cita era José María Jauregi, de Ilarduia, dueño de los hermanos Leze y Kiskur, que además logró que la joven Lur fuera calificada como excelente por los jueces. "Leze venció también el año pasado y, la verdad, ha hecho una prueba de trabajo perfecta", evaluó.