Gernika. El hospital de Gernika ve finalmente la luz al final del túnel y emprende la fase final para su apertura, prevista después del próximo verano. La construcción ha salido de la mesa de operaciones tras superar un cúmulo de contratiempos que provocarán un retraso de cinco años en su puesta en marcha.
El edificio está ya concluido y se somete ahora a las pruebas finales para comprobar el funcionamiento del sistema técnico de electricidad y gas. Osakidetza aguarda a este chequeo para licitar el próximo mes el equipamiento del centro, cuya inversión final ascenderá hasta los 35 millones.
A pesar de la finalización del complejo, los vecinos de Kostaldea todavía tendrán que esperar medio año más. "Los plazos se dilatan porque los proveedores no tienen el material en el almacén y tienen que encargarlo", señala Santiago Rabanal, gerente del hospital de Galdakao, de quien dependerá el nuevo centro. El fleco principal de la obra se localiza en la sala de radiografía en espera de la incorporación del equipo técnico. "Queda el suelo y el techo porque los anclajes dependen de las máquinas", apunta. En cualquier caso, el atraso puntual de esta instalación dista mucho de la grave cadena de imprevistos que bloquearon los primeros años de obras.
Primero fue la cimentación, causada por las condiciones del terreno, y después la suspensión de pagos de la primera constructora adjudicataria. De hecho, el centro, proyectado por el equipo de Gabriel Inclán en el anterior gobierno jeltzale como punta de lanza de la modernización asistencial vasca, se había programado para funcionar en 2007. Olvidados los problemas, los actuales responsables de Osakidetza asisten con expectación a la apertura del centro. Rabanal destaca que Gernika mejorará la eficacia de los hospitales convencionales. El nuevo complejo estrena en Euskadi la nueva generación de centros de alta resolución caracterizados por su gran dinamismo.
"No se trata sólo de una nueva estructura, también es un cambio de modelo. El objetivo es que en un solo día el paciente pueda pasar por la consulta y tener todas las pruebas. Es una atención más resolutiva que facilita antes el diagnóstico y reduce los desplazamientos de los usuarios", destaca.
Así, Gernika abandera un modelo que se abre paso lentamente en la red hospitalaria vasca donde menos del 10% de las consultas ofrece un diagnóstico en el día. Para ello, el centro adjunta una sala de pruebas en cada una de las consultas de las especialidades. A cambio, Gernika renuncia al modelo clásico de hospital de camas para especializarse en las revisiones y en las intervenciones menores que no requieren de ingreso. A pesar de las reclamaciones de varios municipios de Busturialdea, que solicitaban un hospital al uso con camas, Gernika se integra en la organización de Galdakao para absorber la prestación diaria para los 70.000 habitantes de Kostaldea diseminados por 23 municipios.
Este diseño traslada al Hospital de Galdakao las operaciones de mayor calado. "El centro reduce las intervenciones menores y deja al hospital de referencia con más margen para las actuaciones serias", resaltan fuentes de Osakidetza. Como contrapartida, sobresale su área de consultas externas equiparable en prestaciones con Galdakao.
También con hemodiálisis De hecho, se incluyen el 95% de las especialidades a excepción de cirugía vascular, oncología o medicina interna. Entre los servicios destaca la incorporación de la especialidad de emodiálisis, que evitará el desplazamiento de medio centenar de enfermos renales crónicos de la comarca. Las urgencias serán otro de los puntales de la nueva estructura con una atención continua las 24 horas. "Tendrá una capacidad equiparable a la de los grandes hospitales", apuntan desde Osakidetza.
A pesar de la falta de camas, el centro gernikarra asumirá una gran actividad asistencial que aliviará la carga anual de Galdakao. El beneficio será inmediato en el aparcamiento que se librará de 80.000 desplazamientos anuales de pacientes de Kostaldea, realizados principalmente en vehículo.
60.000 consultas anuales La operatividad prevista en Gernika estima 60.000 consultas anuales, a las que se añaden 1.700 intervenciones quirúrgicas y 19.000 atenciones de urgencias. "Su apertura tendrá un efecto directo en las listas de espera", señalan desde Osakidetza.
El centro también anticipará la modernización de la red hospitalaria vasca al asumir la historia electrónica que entierra definitivamente el recurso del papel en la actividad diaria. Por tanto, su operativo será informatizado integralmente superando la digitalización del resto de la red, que no llega al 90%. "Supone un grandísimo avance muy importante en la calidad asistencial", destaca el gerente de Galdakao. El sistema facilitará el seguimiento de los enfermos a lo largo de todo el tratamiento. "Además del informe de alta, el médico de cabecera de los pacientes tendrán acceso a su evolución y a todas las pruebas que se realicen", destaca Rabanal.
Este funcionamiento incorporará también las potencialidades de la web 2.0 que supondrán, por ejemplo, encuentros de distintos especialistas a través de videoconferencias para consensuar la actuación sobre un paciente. A nivel local, el centro organizará el servicio de hospitalización a domicilio, una prestación que carece todavía Kostaldea. Para ello, el hospital se coordinará con la red de centros primarios de la comarca.