Trapagaran

LUIS de Castresana va camino de ser profeta en su tierra gracias a los denodados esfuerzos que está llevando a cabo el Centro de Documentación y Divulgación Trueba, con el apoyo del Ayuntamiento de Trapagaran, para la recuperación de la vida y obra de este prolífico escritor, Premio Nacional de Literatura en 1967 con su obra El otro árbol de Gernika y finalista del premio Planeta en 1970 con Retrato de una bruja.

"Pretendemos sensibilizar a los trapagandarras sobre la figura de este literato que tanto amó a su pueblo y a su tierra encartada, y que forma parte del patrimonio inmaterial del municipio" esbozó el director de Trueba, Ricardo Santamaría, durante el homenaje celebrado ayer en el cementerio de La Arboleda, con motivo del 25 aniversario de su fallecimiento. "Este tributo no puede ser un hecho aislado. Como en todos los casos hemos encontrado con horror que el olvido de este humanista es casi total en su pueblo natal. Por ello hemos proyectado una serie de actos a desarrollar en 2012 para recuperar su memoria".

Un olvido que ha sido puesto de manifiesto también por el escritor José Luis Robertson en su libro Luis de Castresana, el autor olvidado que ayer por la tarde fue presentado en sociedad en el albergue de La Arboleda.

Niño de la guerra El escritor, nacido en el barrio de Ugarte, sufrió los horrores de la Guerra Civil siendo uno de esos niños de la guerra que partió hacia Europa huyendo de tanta crueldad. Su libro El otro árbol de Guernica significó en los años sesenta el recuerdo y la recuperación de la dignidad perdida para todos aquellos niños huidos y que muchos nunca regresaron.

Como aseguró ayer el alcalde de Trapagaran, Xabier Cuéllar, "todos hemos tenido un árbol de Gernika en nuestras familias. Los niños que vivían en la guerra y tuvieron que marchar a otros sitios de Europa aún hoy lo recuerdan".

Luis de Castresana fue uno de los que pudo volver, como Néstor Basterretxea, el escultor que realizaría la estela que adorna la tumba del escritor, humanista costumbrista y encartado que, como significó Santamaría, "tuvo la desgracia de coincidir con los años de poder de un gobierno ilegal, golpista y dictatorial. Años tristes para la libertad en su conjunto y mucho más para la libertad de expresión", añadió. El alcalde cerró su discurso saludando a Luis de Castresana al que prometió que recuperaría su memoria "porque tenemos un retoño del verdadero árbol de Gernika en los jardines de nuestro Ayuntamiento".

Los actos de recuperación de la memoria personal y literaria del escritor, pintor "y al fin poeta", como lo definió el expresidente de la Asociación Artística Vizcaina, Fernando Zamora, tendrán su prolongación en febrero en Ugarte, y en marzo en el Palacio Olaso. Entre otros actos, se presentará un libro sobre su vida y obra y se celebrarán conferencias, recitales y exposiciones de fotografías y objetos personales.