Bermeo y Bakio vuelven a estar cerca
Mañana se abrirá la carretera de la costa que mejorará su comunicación y muchas de sus actividades
bermeo. Si las reglas de la geometría dictan que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta, a partir de mañana entre Bermeo y Bakio la distancia más corta será el nuevo vial que la Diputación Foral de Bizkaia ha restablecido entre ambos municipios en paralelo a la costa. Con su apertura se ofrece una alternativa a la vieja e inestable carretera actual, amenazada por el continuo riesgo de deslizamiento de tierras como el que como consecuencia de las torrenciales lluvias de 2008 obligó a cerrar parcialmente el vial y a poner en marcha un proyecto para una nueva carretera alejada de la zona de riesgo, más al sur y en terrenos más asentados que los del acantilado.
De esta manera, los vecinos de una y otra localidad evitarán las largas retenciones motivadas por el tráfico alterno al que obligaba el único carril abierto en los meses de verano y, sobre todo, el rodeo que era necesario hacer en invierno por el sinuoso puerto de Sollube, ya que la carretera costera se cerraba a cal y canto. Así pues, los habituales de esta ruta podrán recuperar los hábitos y modos de vida que vieron alterados hace tres años y que afectan a particulares así como a empresas, negocios hosteleros, transporte público o al turismo.
De hecho, en la zona afectada por las limitaciones de tráfico que se verán liberadas mañana se encuentra uno de los iconos y mayores reclamos turísticos de la costa vasca. San Juan de Gaztelugatxe -este verano ha recibido 22.500 visitas- ha visto condicionado estos años el número de asistentes debido a que en invierno resultaba muy complicado acercarse. "Desde Bermeo había que ir por Sollube, y desde el restaurante Eneperi coger un camino de monte, donde no era posible ir con carros o con niños", explican desde la oficina de turismo bermeotarra. "Bizkaibus deja a los visitantes junto al parking de la venta y de allí hay que ir a pie", apunta el responsable de la oficina de turismo de Bakio, "con la apertura del vial, la parada estará allí mismo", se felicita.
Este servicio para Bizkaibus lo realizan los taxistas bakiotarras Óscar y Ruper en la época denominada de invierno, ya que el escaso número de viajeros en estos meses aconsejó tomar esta medida. Ruper considera "estupendo" que se abra el vial porque, además de evitar riesgos y ahorrar tiempo "no es normal tardar media hora cuando solo hay 11 kilómetros entre Bermeo y Bakio", ilustra.
Aparte de su beneficio personal, el taxista bakiotarra también valora que el vial "afectará positivamente a los escolares que van a Bermeo". Ratifican esta opinión en la oficina turística de su localidad, apuntando que "hay mucha gente que lleva a los críos a la ikastola de Bermeo y les llevará bastante menos tiempo". Aunque son menos los bermeotarras que trabajan en Bakio que al contrario, "una compañera viene todos los días y lo notará mucho", revela.
La renovada carretera BI-3101 no es una ruta habitual de vehículos de grandes dimensiones. La escasez de industria en Bakio unida a que los camiones que salen y entran de las empresas o el puerto de Bermeo tengan una mejor conexión bien por Gernika y sobre todo por Sollube hacia el corredor del Txorierri, evita estos problemas en el trayecto costero. Tan solo la escombrera ubicada en las inmediaciones de la zona renovada requiere de la circulación de camiones de gran tonelaje.
De algo menor tamaño son los vehículos de reparto de la empresa de distribución de bebidas Atxondoa. En opinión de uno de los responsables de la firma forutarra, "para nosotros supondrá una gran ventaja. Cada semana vamos a Bakio una o dos veces y hasta ahora hemos tenido que dar el rodeo por Sollube e incluso por Meñaka", asegura Dani. Sus vehículos de reparto no podían recorrer la vieja vía ni en invierno ni en verano, debido al control de gálibo, limitado a 2,5 metros de altura. "He visto varias roulottes que han tenido que dar la vuelta después de llegar hasta allí por no haberse percatado de las señales", recuerda. "Estoy deseando que abran el camino. Llevo dos años deseándolo", suspira el comercial de Atxondoa.
comercio y hostelería También los comerciantes y hosteleros verán abrirse una nueva puerta al impulso de sus negocios con esta nueva conexión vial. "Mucha gente de Bakio tenía costumbre de ir de compras a Bermeo y ahora lo hacía a Mungia o a Bilbao", recuerda el responsable de turismo bakiotarra. En su municipio se encuentra también, muy cercano a Gaztelugatxe, un conocido restaurante que durante tres años ha sufrido las dificultades de conexión desde Bermeo que ahora se abrirá a sus clientes.
Al igual que este establecimiento, también muchos bares y restaurantes del núcleo bakiotarra "notaron muchísimo cuando se cerró la carretera. Venía gente de Bermeo a tomar algo, a comer unas rabas... No sé si se podrá retomar esa costumbre", suspiran esperanzados los bakiotarras. Desde mañana ya no existirá esa barrera que distanciaba a los vecinos municipios. Ambos volverán a estar cerca separados únicamente por la distancia más corta posible.