Bilbao. Ahmed salió de Egipto, su país natal, en 1985. Su primer destino fue Valencia. Allí se casó con una valenciana y nacieron sus primeros tres hijos (actualmente tiene cinco). Los veranos se trasladaba a Euskadi para vender objetos de su país. Y cuando vio el paisaje y conoció a sus gentes dijo: "Yo quiero vivir aquí". Dicho y hecho. En 1995 se trasladó a Portugalete, donde hoy sigue viviendo rodeado de su numerosa familia. "Tengo una nieta de nueve meses", dice orgulloso, "y todos mi hijos son euskaldunes y están plenamente integrados". Esta semana enseñó a la vicelehendakari del Gobierno vasco, Idoia Mendia, la mezquita que fundó en Begoñazpi porque una de sus obsesiones es la "transparencia" de todo lo que en su interior hacen.

¿Cuántos musulmanes hay en Bizkaia?

Aproximadamente, unos 17.000.

¿Y mezquitas?

Tres en Bilbao, dos en Ermua, y una en Mungia, Barakaldo, Durango, Markina, Elorrio e Igorre. Está claro que la comunidad islámica va en aumento y necesitamos más lugares.

¿Lugares de culto?

No solo lugares de culto. Lo del culto es lo de menos, porque se puede orar en cualquier sitio. Lo que necesitamos en Bilbao, por ejemplo, es un gran centro islámico donde podamos desarrollar todas las actividades que organizamos.

¿Por ejemplo?

Necesitamos más espacio para la biblioteca, para el teatro, las danzas y para las aulas donde damos clases de árabe, español y euskera; también tenemos problemas para encontrar un campo de fútbol donde poder jugar nuestros equipos.

¿El Ayuntamiento de Bilbao les ayuda?

Sí. Yo estoy muy agradecido a la ayuda que nos presta el Ayuntamiento, sobre todo a Sabin Anuzita, pero necesitamos más. Yo creo que las instituciones, en general, no se están implicando lo suficiente para solucionar el problema que se está planteando con la comunidad islámica.

¿Por qué causa tanto rechazo en algunos sectores de la sociedad la apertura de mezquitas?

Porque la gente confunde a los malhechores que actúan aquí con el islam. Por eso, tanto los chavales que roban o venden droga en la calle nos hacen mucho daño a la comunidad islámica. Porque todo eso está fuera del islam.

¿Qué dice el islam?

El islam dice que no hay que hacer daño a nadie y que hay que comportarse bien en el trabajo, en casa, con los vecinos.

¿Esa ha sido la base del éxito de la mezquita de Begoñazpi?

Yo creo que el éxito ha estado basado en la transparencia. Desde antes de abrir la mezquita estuvimos hablando con los vecinos y les explicamos con todo tipo de detalles lo que íbamos a hacer. Además, nosotros siempre hemos tenido abiertas las puertas de la mezquita. Prueba de ello es que hay muchos vascos que han abrazado el islam. Creo que hemos demostrado que nuestra presencia es positiva en el barrio.

¿Qué mensaje les daría a las partes implicadas en la mezquita de Pablo Alzola?

A los promotores les diría que se abran, que sean transparentes, y a los vecinos, que estamos dispuestos a hacer de mediadores y explicarles cómo funciona nuestra mezquita, que es el modelo que, al parecer, quieren implantar en Pablo Alzola.

¿Qué está fallando en esta polémica sobre la apertura de mezquitas?

Yo creo que, por un lado, la comunidad musulmana no hemos hecho bien los deberes. Tenemos parte de culpa, pero eso no quita para decir que la sociedad vasca, a día de hoy, no está preparada para abrirse y los medios de comunicación tampoco están haciendo una labor para que la convivencia sea normalizada.