Hay que mirar dos veces para ver lo exacto; pero basta con mirar una sola vez para ver lo hermoso. Basta un solo vistazo para comprobar que la tienda de Purificación García, allá en la calle Rodríguez Arias, es un cúmulo de maravillas. Quizás porque trece años son toda una vida -en términos de comercio, quiero decir: la tienda se inauguró en 1998...- al local le fallaba esa segunda ojeada, una mirada precisa para ver el sitio exacto de las cosas. Desde ayer, ese asunto está resuelto y la visita al local es todo un espectáculo, uno de los números grandes del Cirque du Solei.
Tras varias semanas entre ruinas y escombros, con el pico y la pala donde hubiesen debido estar el vestido de diseño y un aluvión de complementos a la vista -zapatos, bolsos, billeteros, alta bisutería y todo ese mundo del adorno...-, la tienda abrió ayer de nuevo en todo su esplendor, con Marian Herrezuelo al frente, acompañada por su hija Tatiana Muñoz. Quienes la tratan en el día a día hablan de su don de gentes, la auténtica diplomacia del comercio. Muchos de ellos se acercaron ayer para reconocer la nueva tienda, donde sigue estando la ropa de caballero en la planta baja. A la entrada los invitados se encontraban con sencilos patrones sobre los que diseñar con adhesivos de colores y trazos de rotulador. Un detalle para los amigos fieles, para la gente que ha esperado esta resurrección como agua de mayo. Entre ellos se encontraban Isabel Sánchez Robles, Itziar Urtasun, Ainhoa Pieló, Arantza Zugadi, Chity Alonso, Isabel Salbide, Pepa Muguerza, Maribel Ramos, Raquel Portugal, Mari Asun López, la peluquera Yolanda Aberasturi, Alberto González, Cornelia Negueruela, Mari Noe, Marian Esteban, Almudena Leal, Belén Pérez, Izaskun Aloa y Joseba Aguirre Axpe entre otros, todos ellos admirados por la renovación, más adecuado a las exigencias del siglo XXI, donde el comercio se ha convertido, más que nunca, en un juego de enseñanzas: un tanto me muestras, tanto deseo.
En este remodelado espacio se moverán cinco mosqueteras, encargadas de que la clientela sienta el confort que transmiten las prendas de Purificación, una hechicera en el arte de encontrar belleza para las tallas imposibles. Son Natalia Herreros, Susana Balanzategi, Petra Hidalgo, Leire Roca y Estíbaliz Campesino y en sus manos se encomiendan los cuerpos.