bilbao. Es difícil resistirse a una prenda que te ha gustado durante todo el año y que ahora está rebajada a mitad de precio. La tentación, en forma de carteles de descuentos que anuncian rebajas de entre el 30 y el 70%, es muy grande. Es la magia de las rebajas. La búsqueda continua de las gangas que sirvan para renovar el vestuario en verano, sin hacer un destrozo al bolsillo. Esta fue la misión ayer de miles de vizcainos que después de varios días de nubarrones -como si de un buen presagio se tratase- salieron a la calle bajo un sol reluciente en el primer día de rebajas.

La peregrinación por las típicas tiendas del centro de Bilbao y el Casco Viejo como Zara, Mango, Stradivarius, Blanco o los grandes almacenes fue constante a lo largo de la mañana. Y las colas también. En algunos casos, los probadores fueron el terreno de batalla más disputado. "Hay gente que compra sin probarse para ahorrar tiempo", comentó Tamara mientras buscaba los mejores descuentos en El Corte Inglés. En otros casos, la hora de pagar dejó estampas muy peculiares ya que las colas de la clientela llegaban hasta la entrada.

A pesar de todo, también hubo algún despistado que finalmente aprovechó el día. "No sabía que hoy empezaban las rebajas pero hemos visto tanta gente por las calles que nos hemos animado a comprar", señalaron Elda y sus amigas mientras salían satisfechas después de sus primeras adquisiciones.

mañana productiva Algunas tiendas y comercios hicieron ayer su agosto en el primer día de julio gracias a sus descuentos agresivos. Por ejemplo, en la tienda Women´Secret, situada en la Gran Vía bilbaina, para la una de la tarde ya habían recibido a más de 650 clientes con una recaudación total cercana a los 4.000 euros. Y todavía quedaba una larga tarde por delante. "Ha sido un arranque esperanzador", valoró Jon Aldeiturriaga, gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo que explicó que "los primeros días siempre son buenos". Y es que a la intensa jornada de compras por la mañana, le acompañó la comida y el descanso para reponer energías, lo que sumó usuarios al mediodía a un Casco Viejo ya de por sí muy transitado.

"Está siendo una jornada típica de rebajas de verano. Calculo que estaremos en los mismos índices que el año pasado", destacó Jorge Aio, gerente de BilbaoCentro, que pronosticó que durante el periodo de saldos "las ventas van a ser muy regulares". En este sentido, Aio quiso ser cauto en la primera valoración después de un año "duro" marcado por la crisis económica. "A corto plazo no hay ningún factor que nos indique que la situación se vaya a revertir. Todo lo que sea igualar los niveles del año pasado es positivo porque sería una referencia de estabilidad", concluyó.

El ir y venir de gente a través de las grandes arterias bilbainas fue un síntoma de que no era un viernes normal. La satisfacción fue por barrios en función de si se conseguía el artículo deseado. En este sentido, algunas personas se quejaron de que algunas prendas no estaban rebajadas por considerarse artículos de continuidad que se mantienen igual todo el año. Asimismo, en algunos comercios las prendas de nueva temporada se mezclaban con los saldos y el baile de precios era considerable.

Por último, en el otro lado de la balanza, estuvieron los trabajadores que les tocó lidiar con semejante cantidad consumista. Y es que ayer no fue un día más para numerosos dependientes y dependientas que se afanaron en tener todas las existencias a punto y después reponerlas en una primera jornada muy intensa.