El helipuerto de Cruces entra en servicio con un año de retraso
El centro hospitalario achaca esta demora a la mejora de la seguridad
Barakaldo. La reforma del hospital de Cruces sigue quemando etapas y ayer se inauguró por fin una de las instalaciones que más expectación ha despertado del proyecto y que más tiempo se ha hecho de rogar: el nuevo helipuerto. La pista de aterrizaje, situada en la azotea del edificio principal, estaba previsto que entrara en servicio a mediados del año pasado. Así lo había anunciado Osakidetza, que ha invertido 1,35 millones de euros en su construcción; sin embargo, los plazos se han alargado más de la cuenta, hasta el punto de acumular un año de retraso en su apertura.
El director del centro sanitario, Gregorio Achútegui, atribuyó esta demora al exceso de celo que se ha puesto para garantizar todas las medidas de seguridad. El helipuerto se encuentra situado en una zona urbana rodeada de bloques de viviendas, por eso se han mantenido conversaciones con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), el organismo público que autoriza la puesta en funcionamiento de una instalación como esta, para contar con su beneplácito. Al final, los responsables del proyecto "hemos elevado los niveles de exigencia y hemos practicado todas las recomendaciones posibles", lo que le convierte en un servicio "con el máximo nivel de seguridad", proclamó Achútegui durante el acto.
El helipuerto "agilizará" la llegada de los pacientes en estado crítico al complejo hospitalario. Hasta la fecha, los aparatos aterrizaban junto a la feria de muestras de Barakaldo, donde solía esperar una ambulancia que trasladaba al enfermo al hospital de Cruces. Esta maniobra suponía la pérdida de un cuarto de hora y un riesgo añadido para el enfermo que a partir de ahora se ahorrará. Para Teresa Garmendia, directora de Urgencias, su puesta en marcha "supone la colocación de un eslabón importante" en el engranaje dirigido a atender los casos urgentes, un complemento a las ambulancias.
Solo dos en el estado Pablo Senchermés, responsable de la empresa que ha construido y gestionará este nuevo equipamiento, recordó ayer que los helipuertos elevados en azotea son "los más adecuados para realizar aterrizajes y despegues en una zona urbana". Explicó que en el Estado español solo hay un modelo igual a este, y se encuentra instalado en el hospital de Puertollano (Ciudad Real). El helipuerto consta de una plataforma de aterrizaje, una conexión con el edificio y un soporte equipado con unos muelles para evitar que las vibraciones de los helicópteros afecten a las máquinas del hospital.
La infraestructura está preparada para soportar aparatos de hasta cinco toneladas de peso. El helicóptero de Osakidetza, un Eurocopter 135 que ayer realizó un aterrizaje de prueba, pesa 2.800 kilos. Otros de mayor empaque, como los utilizados por "Salvamento Marítimo, la Ertzaintza y la Casa Real" también podrían utilizar la azotea del centro hospitalario para posarse. El helipuerto cuenta con dos sistemas anti-incendio, dos accesos y un sistema de iluminación que, de noche, se puede accionar en pleno vuelo desde la cabina del helicóptero con solo sintonizar su frecuencia.
El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, destacó que el Gobierno vasco sigue invirtiendo en infraestructuras "más que otras comunidades autónomas" y habló sobre los beneficios que tendrá para los enfermos crónicos que requieren desplazamientos urgentes la puesta en marcha de este helipuerto, que podría utiliarse alrededor de 80 veces al año, a tenor de las estadísticas de otros años.