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La historia de La Baskonia sale a la luz gracias a una exposición

Basauri. El amasijo de hierro y ruinas en que se ha convertido la fábrica de la Baskonia hace difícil imaginar lo glorioso de su pasado. Atrás quedaron los tiempos en los que esta factoría construyera el arco de San Mamés (1953), el puente de Deusto (1934) o la iglesia de las Mercedes en las Arenas (1954). Para rescatar del olvido la historia de esta importante industria que forjó lo que es hoy Basauri, el Ayuntamiento solicita a los vecinos material fotográfico así como bosquejos que ayuden a hilar el mapa de lo que dio de sí sus casi noventa años de vida.

Este material que puede dejarse en la OIAC -planta baja del Consistorio- o enviarse a oiac@basauri.net, lucirá dentro de unos meses en una exposición sobre la fábrica que posibilite a los más jóvenes conocer la importancia de una industria que, en sus mejores momentos, empleó a 3.500 trabajadores.

La Baskonia nació en 1892 para la fabricación de hojalata y mantuvo su trayectoria en el campo siderúrgico hasta 1969, fecha en la que fue absorbida por Altos Hornos de Vizcaya. Mientras se mantuvo activa, hizo que Basauri pasara de ser un municipio rural a contar con un amplio tejido industrial. Las viviendas de Larrazabal, las casas baratas de Elejalde, la primera urbanización de Urbi, la iglesia de San Pedro, el economato de la calle Autonomía, los colegios San José y la Divina Providencia, el club de fútbol y el alpino Baskonia o El Social fueron construcciones que se levantaron en Basauri al abrigo de la fábrica.

Los terrenos que ocupan sus ruinas comprenden desde El Kalero hasta el puente de La Baskonia. En este espacio quiere construir el PSE 1.300 viviendas, eso sí, dejando para el recuerdo algunas de sus naves. No obstante, el terreno y todo lo que está en él ya es propiedad de Sepes, entidad de pendiente de Fomento, quien tiene permiso para demolerlo.