Bilbao. En familia, sin el barullo de los medios de comunicación y disfrutando simplemente de estar por fin todos juntos. La familia Uriarte celebró ayer en la intimidad de su casa de Arkotxa el cumpleaños del mayor de los hijos, Markel, que tuvo que retrasar la celebración durante más de 15 días. "Lo celebramos en casa por fin, porque Markel también tenía que vivir su momento y ha tenido que retrasar la celebración por las circunstancias".

Lo cierto es que el pequeño ha sido otro protagonista silencioso de esta terrible historia que le ha alejado de sus padres y de su hermano pequeño durante meses. "En la ikastola también nos decían que Markel nos necesitaba. Ha estado muchos días con sus aitites y nos echaba de menos", reconoce Javi.

Markel nunca ha dejado de apoyar a Ibai en su lucha vital. Dibujos, cartas, regalos... la habitación del hospital La Paz, que se convirtió en el hogar del pequeño, estaba cargada de mensajes del hermano mayor. De hecho, sus lágrimas al ver a su hermano descender de la ambulancia no dejaron a nadie indiferente. Markel ha recibido el mejor regalo de cumpleaños posible: la vuelta de Ibai.

Ahora, poco a poco, la familia Uriarte intenta volver a la normalidad. La emoción del viernes, con el caluroso y espontáneo recibimiento ofrecido por sus vecinos de Arkotxa, les ha conmovido. "No puedo expresar lo emocionados que estamos por cómo nos ha recibido la gente y por los medios de comunicación. Ya he cogido todos los periódicos", comentaba ayer Javi.

Enfermeros improvisados Sin embargo, Ibai todavía precisa de importantes cuidados médicos, una atención que tiene que recibir de sus propios padres. "Por el día nos arreglamos relativamente bien. Es por la noche cuando tenemos mayores problemas porque tenemos que ponerle el suero por la vía que tiene y eso es más complicado", explica el aita de Ibai. "El niño está bien. No tiene dolores, pero cuando le incomoda...", prosigue Javier.

Después de una jornada agotadora física y mentalmente para este pequeño de cuatro años -rueda de prensa en Madrid, viaje en ambulancia a Arkotxa y recibimiento de los vecinos, amigos y compañeros de ikastola-, Ibai se levantó ayer muy vital, pidiendo su mascarilla y con ganas de celebrar el cumpleaños de Markel; una fiesta familiar con muchas cosas que celebrar.