¡Larga vida a la creatividad y al ingenio!

Desde los orígenes de la civilización y el comercio, la publicidad existe. La gran cantidad de productos que el hombre ha comercializado no se hubieran vendido si alguien no se hubiera dedicado a comunicarlos. Desde los voceadores que llamaban a su puesto a los futuros clientes a la última fórmula publicitaria que ha salido del ingenio de los comerciales, la publicidad siempre ha estado presente a lo largo de la historia.

Babilonia, Tebas o Pompeya fueron ya pioneras en el inicio de los imperios de un modelo de publicidad propio que en aquellos momentos era efectivo. Lo que se conoce actualmente como publicidad nace con la imprenta de Gutenberg.

Con la crónica mundial de Nuremberg, figuran una serie de almanaques que contienen las primeras formas de publicidad y ya en 1453 surge la llamada Biblia Gutenberg y los famosos almanaques se convierten en los primeros periódicos impresos.

A principios del siglo XX, las primeras agencias de publicidad se profesionalizan y seleccionan con mayor rigurosidad los medios de comunicación que existían en la época para colocar la publicidad. Es así como la creatividad comienza a ser un factor importante a la hora de elaborar un anuncio. Y esto aún continúa incluso con el siglo XXI avanzado.

Por tradición y fidelidad a todos estos valores de antaño, la Asociación de Agencias de Publicidad de Bizkaia conmemoró su festividad, con una cena entre sus asociados, medios de comunicación y demás agentes relacionados con el mundo de la publicidad.

Hoy, más que nunca, todos los integrantes del sector deben estar más unidos ya que la maldita crisis es un azote constante en estos momentos. La unión hace la fuerza se dice, y nadie debe romperla, sea quien sea, y eso se demostró en la cita del pasado jueves.

Como cada año, la cena servía para reunirse más de 120 personas y para ello todo debía estar preparado hasta el último detalle, así que ya a la entrada del restaurante Zuria estaba el comité de bienvenida esperando a recibir y saludar a todos los invitados, preparados estaban Luis Sastre, César Magallón, Jose Félix Ruiz, Aitor Vadillo y María Caballero.

El presidente de la Asociación, Luis Sastre, en su discurso de bienvenida, reclamó más creatividad e ingenio para seguir sacando las cosas adelante, más presupuestos y propuestas para este 2011. Y ya con el brindis inicial la cena transcurrió en el mejor de los ambientes. De los medios de comunicación acudieron una muy buena representación. En nombre de DEIA y Editorial Iparraguirre asistieron el director comercial, Kike Hermosilla, y sus compañeros Josu Molinos y Carlos Basterretxea; por Radio Popular, Jesús Mari Orella, y en nombre de Bizkaia Irratia acudió Javier Onaindia.

Pero eran las agencias de publicidad las protagonistas principales de la fiesta, y más hoy en día, cuando su relevancia es cada vez mayor y más importante por lo que aportan a este sector de la publicidad.

Asistieron Juan Zubeldia y José Luis Seijo de la firma Publipyme, Eddie Peñin; en representación de Publinexo, Willy y Koke Díez de Vergara hablaron de las excelencias de Contraste, y Ángel Nuñez de Pregón acompañó a Rosa Izaguirre de Bell, la única alavesa que nos acompaña desde siempre.

Además, también disfrutaron de la compañía de los colegas de profesión Tomás Legorburu, presidente de la Asociación de Agencias de Gipuzkoa; Edu Gallo; María Jose Gandarias y Josune Iratxeta, de la empresa Aurman; Patxi Errasti de Adtiva; Belén Horas,antigua compañera de esta casa y responsable de la agencia Imagine; Andoni Alkorta, de Taller 2A; Jon Ander Gurrutxaga, de La Compañía; Yurdana Burgoa, de El Bureau de la Comunicación; Luis Collel, miembro de Pool; Sandra Barrutia, de Trupp,y Miguel Ángel Ruiz, de la firma Ekai, entre otros.

En representación del Gobierno vasco estuvo presente Oscar Gil y de las principales centrales de compra de medios asistieron Nerea Martínez y Fernando Aranguren, de ZosmaMedia, y Estibaliz Batiz, de la empresa Proximia. La cena acabó con un sorteo de regalos y DJ para que al menos por un día las penurias se disiparan. La noche acababa de comenzar, y además ayer había fiesta, por lo que nadie tenía que atender el despertador al día siguiente.