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Miribilla ya mira al cielo

Tras tres años de obras y varios contratiempos, se inaugurará el próximo viernes el Bilbao Arena, un pabellón que dotará a la villa de una infraestructura moderna, segura y sostenible

Miribilla ya mira al cieloPablo Viñas

Bilbao. El día 24 de septiembre es una fecha muy esperada en Bilbao. Y es que un palacio de los deportes no se inaugura todos los días. El próximo viernes, el alcalde, Iñaki Azkuna, y el diputado general, José Luis Bilbao, cortarán la cinta del Bilbao Arena y se pondrá en marcha este nuevo complejo deportivo. Su máximo beneficiario será el Bizkaia Bilbao Basket, quien entrenará y disputará sus partidos como local en esta cancha. No tardarán los hombres de negro en pisar el parqué del Bilbao Arena. El sábado 25 se ejercitarán en sus instalaciones y el lunes 27 disputarán su primer partido en la nueva bombonera, como homenaje a Javi Salgado.

Este recinto resuelve una de sus mayores necesidades de la ciudad: un palacio de los deportes moderno y completo. El resultado ha sido impecable: un pabellón funcional y que no altera el entorno en el que está construido. Con ese propósito se ha recubierto el exterior del Bilbao Arena con una masa arbórea de color verde que lo integra perfectamente en el paisaje de este nuevo barrio que será uno de los centros neurálgicos del Bilbao del siglo XXI. Además, se ha conseguido un edificio totalmente sostenible, que intenta aprovechar al máximo la luz natural con sus numerosas cristaleras.

El palacio de Miribilla es una demostración de que el progreso no está reñido con la sostenibilidad, ya que con los 3.500 asientos de la grada fija y los más de 5.000 de las gradas retráctiles se llega a un aforo superior a los 8.500 espectadores. Los asientos alternan el color amarillo con el verde para que esté en consonancia con el exterior. La comodidad y seguridad será una de las claves del nuevo recinto; por ello, los pasillos del Bilbao Arena son anchos, para que la movilidad de los espectadores sea fluida y ser fácilmente evacuable en caso de emergencia. La disposición de las gradas en forma ovalada permitirá que no haya ángulos muertos y la visibilidad sea buena desde cualquier punto del recinto.

Por otra parte, el nuevo palacio de los deportes cuenta con 240 plazas de aparcamiento, una de las medidas que más polémica ha levantado. La respuesta del Ayuntamiento ha sido clara y es que "hay que utilizar el transporte público". Para ello, el tranvía, el metro, Renfe y Bilbobus establecerán servicios especiales los días de partido. Renfe aumentará las frecuencias de la línea C-3 y pondrá trenes lanzadera desde Abando hasta la estación de Miribilla. Por su parte, Bilbobus incorporará los días de partido carteles en los que pondrá Bilbao Arena, en los autobuses que tengan parada en Miribilla. Además, se añadirán dos nuevas paradas en la rotonda de la Avenida Askatasuna en las líneas 30 y 71. También otras líneas que tengan parada en Miribilla dejarán a los aficionados cerca del pabellón a donde acudirán a pie. Llegar andando al Bilbao Arena es otra opción dada su cercanía al Casco Viejo, Santutxu, Zabalburu y El Arenal, zonas de las que está a apenas 10 ó 15 minutos caminando.

La construcción de este palacio no ha sido un trabajo fácil. Las incidencias y contratiempos han sido una constante en el desarrollo de las obras del Bilbao Arena. Las principales dificultades se presentaron en la primera fase de los trabajos. Y es que en los terrenos sobre los que ahora mismo emerge el Bilbao Arena, antiguamente se situaba la mina de San Luis. El pasado marcaba a estos terrenos que hace no tanto eran agujereados como si de un queso gruyer se tratase. Además, el abandono sufrido por la mina hizo que el lugar se convirtiese en una escombrera donde se acumularon kilos y kilos de diversos materiales. Por todo ello, había que sanear, horadar y adecuar el terreno, crear una base, preparar la tierra para que la masa arbórea que es en su exterior el nuevo complejo deportivo creciese fuerte y sana.

Estos trabajos se prolongaron durante más de año y medio y, para crear un firme sobre el que construir el nuevo pabellón, se necesitaron más de 40 kilómetros de pilotes de hormigón. Todo esto retrasó el proyecto, ya que en los planes tanto de los arquitectos de la empresa ACXT-Idom, como del Ayuntamiento de Bilbao y de la Diputación de Bizkaia estaba previsto que el pabellón se finalizase a finales del año 2009. También se aumentó el coste de las obras, pasando de los 35 millones presupuestados inicialmente a los 42 que ha costado finalmente el complejo deportivo.

No fue el último contratiempo del proyecto. En junio de 2009, cuando ya se había superado la parte más dura del proyecto, un inoportuno incendio frenaba el progreso de las obras. Por suerte, no fue grave y el ritmo de las obras se recuperó casi inmediatamente.

Desde entonces, las obras siguieron el ritmo normal y el Bilbao Arena ya mira al cielo. Con diez meses de retraso, pero el nuevo palacioestá dispuesto para servir de sede de muchos espectáculos y ser un lugar de disfrute en el que vizcainos y bilbainos inviertan su tiempo de ocio.