Bilbao. El verano ya está aquí. Y las formas de disfrutarlo son muchas, múltiples y variadas. Sin embargo, esta variedad puede resultar escasa para algunos vizcainos cuyas opciones para aprovechar el verano son más limitadas. Es el caso de los nudistas del territorio. Y, aunque son cientos, sólo 185 personas se han adscrito a la Asociación de Naturistas Vascos-Euskal Naturista Elkartea (ENE), "aunque hay muchos más sin censar", explica Arturo Ríos, vocal de la asociación. "El nudismo es una visión positiva de la desnudez, que sirve para el crecimiento personal y social, y que no tiene carácter sexual", definen en la asociación naturista.

Oficialmente, Bizkaia dispone de 28 playas, de las cuales ocho son de uso nudista. Y, de éstas, sólo la mitad cuentan con el equipamiento mínimo para sus usuarios. "Algunos de estos arenales carecen de servicios básicos como aseos, duchas o socorristas para la seguridad de los bañistas", denuncia Ríos. En cambio, otros cuentan, además de las instalaciones mencionadas, con equipos de vigilancia, señalización de peligro, hondartzainas, limpieza de playas, papeleras, fuentes... En algunos casos los usuarios disponen incluso de aparcamiento, área de picnic, kioscos de temporada, juegos infantiles, instalaciones deportivas, megafonía, portabicicletas, lavapiés y paneles informativos. "Estos servicios son habituales en las playas de los textiles -término no peyorativo con el que se define a quienes utilizan ropa-, pero no todas las playas nudistas cuentan con ellos", indica el miembro de ENE. "Las playas nudistas de Aizkorri y La Salvaje son las mejor equipadas, aunque el nudismo siempre ha estado un poco segregado en la primera", apunta Jesús Iglesias, miembro de la Junta de la asociación vasca de naturismo.

La falta de servicios en estos arenales es otro síntoma de la falta de aceptación social de este colectivo. De este modo, y para evitar conflictos con los textiles, los naturistas se limitan a practicar su filosofía de vida sólo en ocho playas de Bizkaia. "La práctica del nudismo es legal en todos los espacios públicos. Además, es un derecho reconocido por la legislación, y por tanto, reivindicamos el derecho a ejercerlo en cualquier playa sin que seamos objeto de presión o discriminación", explican en ENE. "La solución no está en acondicionar las playas nudistas, sino en que esta práctica se pueda realizar en todos los arenales vizcainos", dice Arturo.

La asociación de naturistas presenta en su página web (http://ene-naturismo.org) un listado de las zonas de uso naturista tanto de Bizkaia como del resto de Euskadi, en el que además señala la localización de las playas, sus características, fotografías de las mismas y el equipamiento que poseen. Entre ellas, se citan los arenales de Barinatxe, más conocida como La Salvaje, en Sopelana; la playa de Meñakoz, entre Sopelana y Barrika; la de Barrika, en la localidad con el mismo nombre; la denominada Cantera también en el municipio de Barrika; el arenal de Azkorri, en Getxo; la cala de Lapatza, en Ea, y la playa de Ogeia, en Ispaster. Y, a pesar de que no aparece en la web de la asociación, existe una pequeña cala, conocida con el nombre de Antzoras, en la localidad de Laida.

Piscinas nudistas Ni piscinas ni campings ni hoteles ni urbanizaciones. Los nudistas no cuentan con ninguno de estos servicios en toda la cornisa cantábrica. A excepción de estos ocho arenales, la oferta existente en Bizkaia para los practicantes del nudismo, tanto en verano como en invierno, es prácticamente nula. Solamente el polideportivo municipal de Artxanda cuenta cada temporada de invierno con un horario de uso naturista en su piscina climatizada. Se trata de las únicas instalaciones municipales del territorio que disponen de un horario naturista y la iniciativa estuvo impulsada por ENE. El programa para el uso nudista de las instalaciones se limita a dos tardes al mes, en horario de 19.00 a 21.00 horas. "Antes abrían la piscina en exclusiva para nosotros los domingos. Ahora son los sábados y es una experiencia muy agradable, ya que nunca hay conflictos con los textiles. Si alguno quiere seguir nadando se quita el bañador y continúa", comenta Ríos. Aunque lo ideal para los miembros de la asociación sería que tanto nudistas como textiles pudieran compartir la piscina, por petición municipal, es un requisitos inamovible no utilizar ropa de baño. "Nos gustaría que en un futuro en cualquier piscina pudiéramos ir con o sin bañador", puntualiza Arturo.

En verano no existe más alternativa para los naturistas que acudir a las playas; en invierno, la única opción, y con horario limitado, es la piscina municipal de Artxanda. En cuanto a la oferta privada, el balneario de Areatza ha dado recientemente un paso adelante al establecer tardes nudistas para sus clientes. Son los últimos domingos de cada mes, en horario de 18.00 a 20.00 horas. "Hemos realizado pocas jornadas nudistas y han tenido mucho existo. La gente ha respondido muy bien", cuenta Bego Iturbe, encargada del balneario. "Intentamos dar respuesta a una parte de la ciudadanía que no tiene alternativas similares", expone la responsables del centro. La oferta es escasa, pero realmente, la demanda no es demasiado amplia, "en invierno vamos a la piscina y en verano a la playa", dice Iglesias.