En la Torre Loizaga de Galdames descansa la mayor colección de Rolls Royce del mundo y, desde hace cinco años, otras tantas hectáreas de viñedos que, después de aclimatarse al terreno, comienzan a dar sus frutos: el Torre Loizaga Bigarren.

Este txakoli se prepara para darse a conocer en el mercado como "el primero integrado en la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina de Galdames", según explicó Unai Sulibarria, natural de la misma localidad y heredero de la tradición familiar.

Se lanza a esta aventura con una producción "de unos 12.000 kilos, o lo que es lo mismo, el equivalente a 8.000 botellas", una cifra que supone un salto cuantitativo respecto al año pasado -800 botellas y 1.000 kilos- de txakoli elaborado, sobre todo, con la variedad hondarribi zuri.

Según detalló, el terreno es idóneo para el cultivo "porque el clima de esta zona favorece que la uva tenga una gran calidad". Sin embargo, han tenido que solucionar otras dificultades. Por ejemplo, "hemos tenido que crear un sistema de drenaje especial para poder sacar el agua", contó a los asistentes a la puesta de largo del Torre Loizaga Bigarren -entre ellos, representantes de las administraciones locales- en el escenario que le da nombre.

A la vista de los viñedos, frente a la torre, Sulibarria indicó que dos personas cuidan al detalle las plantas para que nada estropee su desarrollo y que planea comercializar otra línea de txakoli, de nombre Extra, "cuando consideremos que el producto alcanza el estándar de perfección que estamos buscando".

Además, de forma progresiva, se incorporarán las dos hectáreas de terreno que la familia posee al otro lado del monte. "Hacen falta cinco años para que se pueda hacer txakoli y la superficie restante se sumará poco a poco hasta contabilizar aproximadamente las 11 toneladas de uva", avanzó.

El Ayuntamiento de Galdames también apoyó esta iniciativa. Tal y como expresó el concejal de Cultura, Karmelo Gómez, "el txakoli forma parte de la identidad de Enkarterri y esperamos que esta marca contribuya a que se nos conozca fuera".

Para conseguirlo, aprovecharán una fortaleza como la infraestructura que brinda el lugar: "Tenemos un caserío cerca de la torre donde el txakoli estará a disposición de quienes vengan a visitar la colección de coches", añadió Sulibarria.

Recorrido completo

Visita a la exposición de coches

Algo que también hicieron ayer los que acudieron a la presentación. Muchos ya conocían la colección que reunió el recientemente fallecido Miguel de la Vía, pero los que sólo habían oído hablar de ella, quedaron impresionados al contemplar todos los modelos de Rolls Royce fabricados entre 1910 y 1990 y otros vehículos que datan de finales del siglo XIX.

La comitiva se dirigió más tarde al frontón de Galdames, donde Patxi Zabala impartió una breve e ilustrativa lección de cata. Después, todos pudieron paladear "el toque fresco" del Torre Loizaga.