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La niña que quería bailar sola

La niña que quería bailar sola

Atumbos como carro de mudanza, recorrió los festivales flamencos de Andalucía como integrante del cuadro Los Niños de la Tertulia Flamenca. Era todavía la niña Sara Pereyra Baras, a quien su madre, Concha Baras, le impedía bailar sola, como ella deseaba. La mujer, de hondas raíces y trasdiciones, le decía que "una niña tiene que saber esperar y no acaparar protagonismo". Lo hizo así hasta los diecisiete años, en que la dejó soltar amarras. Ya era para entonces Sara Baras, un torbellino sobre los tablados, la mujer que hermanó la técnica adquirida por la férrea disciplina de su madre, maestra de baile, con el duende adquirido en las calles de San Fernando, al calor de la gitanería.

Ha pasado mucha agua bajo los puentes desde entonces hasta ayer, cuando la bailaora apareció en el escenario del Teatro Arriaga, donde estará hasta el domingo. Trae consigo el espectáculo Esencia 11 años de historia en el que rinde homenaje a su carrera. Como si entrase en trance, la película de su vida artística recorre el escenario. Su médico le dijo que debía parar si quería ser madre y Sara se lo ha planteado como un adiós temporal.

No quiere decirse que Esencias sea un recopilatorio al uso. Una visión actual del pasado da forma y seña de identidad propia al espectáculo. Desde una farruca con pantalones, aquel baile de hombres que le convirtió en una revolucionaria a su pesar, hasta un baile con José Serrano -el artista invitado-; desde unos tangos con música de Paco de Lucía, extraídosdel montaje Carmen, a la soleá embarazada de Juana la Loca. Todo es de ayer y todo es nuevo, con un adaptación actual y moderna dela coreografía, la música, el vestuario y la iluminación.

Fueron testigos de este hasta luego cientos de bilbianos que colgaron el cartel de No hay billetes de las taquillas del Teatro Arriaga. Quiere decirse que la presentación de Esencias en Bilbao atrajo a gente como Mari Feli Garaigordobil, José María Azkorbebeitia y la hija de ambos, Alazne Azkorbebeitia; Margaret Withrigt, Andoni Serramo Ander Toña, Amaia Milara, Josu Arostegi, Ainara Axpe, el abogado Carlos Gómez Menchaca, Joseba Bereziartua, María Jesús Aranguren, Sandra Velasco, Arantza Sagaraminaga, el concejal Luis Hermosa, Iñigo Odriozola, Carlos Sánchez, flamencólogo afincado en Bilbao desde hace más treinta años; Cristina Murua, José Antonio Hernández, quien aún recuerda el año de Carmen en Bilbao y cómo Sara "bailó como los ángeles"; Mikel Ruiz y Nagore Palacios, Izaskun Atutxa y así hasta formarse una larga cola a la entrada media hora antes del comienzo.

Sara Baras estrenó en diciembre de 2009 Esencia. Fue en París, ni más ni menos. En ese cofre, ya está dicho, se atesoran los nueve montajes realizados por la compañía que montó en 1998 y que lleva su nombre. Ayer lo abrió en Bilbao y Yolanda Suárez, María Jesús Agirre, Jon Madariaga, Iñigo Zulaika, Ander Ortuzar, Begoña Escalza, Teresa Martín, Ainhoa García, Alazne Ruiz, María Teresa Arana, Maite Zarrabeitia, Nuria de la Red, Izaskun Mendizabal, Aitziber Purroy y otros cientos de asistentes quedaron boquiabiertos.