Comer un talo en Santo Tomás: misión imposible
La lluvia ha dado tregua y las colas para comer algo se hacen interminables
Misión imposible. Comer un talo es una misión muy difícil en un Santo Tomás abarrotado. La lluvia ha dado tregua y a las 15.00 horas para comer algo hay que hacer cola de más de una hora: “No es nada fácil conseguir una talo. Me he tirado una hora y media”, comenta una joven que ha conseguido su precioso ‘trofeo’ convertido en talo con chorizo.
Relacionadas
Santo Tomás no tiene edad. La clave es buscar el puesto y hacer bulto hasta llegar a la barra. ¿El tiempo que hace falta? Una verdadera incógnita. “Hoy creo que talo no vamos a comer. Nos toca beber”, dice una de las jóvenes que lleva más de media hora sin ver el final. Eso sí, a falta de talo, como alternativa unas alubias solidarias. En un minuto se consigue un cuenco. Algo es algo para llenar la tripa.
