El salto que próximamente darán las líneas de Bilbobus se percibirá a nivel cuantitativo y cualitativo. Por una parte, el servicio ampliará el número de líneas de 37 a 39 y aumentará las paradas de 527 a 541. Además, la nueva estructuración permitirá dar más cobertura a barrios altos y zonas de desarrollo como Miribilla, Irala y Zorrotzaurre. Este es el resultado del estudio de reordenación acometido en los últimos meses por el Ayuntamiento de Bilbao, que ha analizado los usos y costumbres de los usuarios teniendo en cuenta la realidad actual de la ciudad.

El nuevo diseño ha vuelto a presentarse a los partidos y asociaciones que ya intervinieron en su elaboración para que presenten sus propuestas en el plazo de un mes. Se espera que la primera fase de esta reordenación se implemente tras “preparar” la ciudad con la instalación de las nuevas marquesinas. 

Aunque hasta ahora se habían llevado a cabo ajustes puntuales –con la llegada de Metro Bilbao en 1995, por ejemplo–, esta es la reordenación más ambiciosa desde la creación del servicio en 1988. Esto lleva a reforzar el servicio en las zonas donde Bilbobus es la única alternativa y reducir las duplicidades en otras zonas mejor conectadas. “Es una iniciativa largamente demandada que responde a la necesidad de adaptar la oferta de transporte a las actuales demandas de la población en un contexto urbano muy diferente al existente cuando se diseñó la red actual”, ha aseverado Nora Abete, concejala de Movilidad y Sostenibilidad, quien ha recordado que en las últimas décadas “Bilbao ha crecido con nuevos desarrollos urbanísticos, nuevas viviendas, calles, plazas e incluso una nueva isla”.

Así, ha mencionado la incorporación de nuevos espacios de ocio, como el pabellón de Miribilla o el frontón Bizkaia, y la integración de nuevos formas de transporte, como el metro y el tranvía, que han ampliado las opciones de desplazamiento. “Bilbao ha cambiado pero también nuestra forma de movernos”, ha afirmado Abete. No obstante, la concejala ha garantizado que “la nueva red no suprime ninguna línea, suma nuevas paradas mejorando la capilaridad del sistema”. En ese sentido, ha señalado que refuerza la intermodalidad en puntos estratégicos como la Plaza Circular o la estación Intermodal. Además, ajusta algunos recorridos o frecuencias para “optimizar el servicio” y aumenta la cobertura en barrios altos o en zonas de desarrollo como Mirbilla, Zorrotzaurre o Irala.

NUEVO DISEÑO

La reordenación, que amplía las líneas de 37 a 39 y las paradas de 527 a 541, contempla ajustes para optimizar el servicio donde se producen solapamientos con otros servicios de transporte que quizás hace unos años no existían. Paralelamente, se han identificado una serie de líneas que en una fase posterior deberán ajustarse, ya que conectarán con los futuros desarrollos de la ciudad, como es el caso de Zorrotzaurre, o zonas donde se implementarán nuevas infraestructuras, como los ascensores de Arangoiti o la llegada del tranvía a Olabeaga. De esa manera, se irán realizando los ajustes necesarios para garantizar la eficiencia del servicio.

Concretamente, once líneas experimentarán algunos cambios en el recorrido para optimizar el servicio, principalmente para dar respuesta a los nuevos desarrollos de la ciudad. Además, se intensificarán el servicio con el aumento de frecuencias en siete líneas que circulan por los barios de Artxanda, Bolueta, Miribilla, Zorrotza y Zorrotzaurre. Se ajustará la frecuencia en cinco líneas que dan servicio a zonas en las que se ha detectado algunos solapamientos con otros transportes públicos, como es el caso de los barrios de Otxarkoaga, Arabella y Castaños. Paralelamente, como novedad, conceptos como sostenibilidad o equidad se incorporan para, manteniendo el mismo volumen de inversión, reequilibrar los recursos existentes sin reducir el número de kilómetros y horas de servicio. 

PROCESO EN MARCHA

Según ha especificado Abete, el nuevo diseño es el resultado de un “exhaustivo proceso de análisis técnico y de participación ciudadana con un objetivo claro”. Así, ha indicado que el documento ha sido presentado a todos los partidos políticos con representación municipal y también a los colectivos y asociaciones que han participado en su elaboración, para que puedan analizarlo y realizar aportaciones. “Ahora abrimos un periodo de análisis, es un trabajo complejo porque hay que analizar la globalidad de las líneas. Nos hemos dado un mes para que hagan propuestas al respecto”, ha señalado la concejala, quien ha apuntado que deberán realizar los reajustes necesarios dentro de la red propuesta. “La puesta en marcha conlleva nuevas marquesinas, paradas... por lo que hay que preparar la ciudad. Es un proceso que no es de la noche a la mañana”, ha apostillado la edil, quien ha eludido ofrecer una fecha aproximada de cuándo podría implantarse.

GESTIÓN DIRECTA O INDIRECTA

Por otro lado, actualmente hay una empresa externa analizando la viabilidad de que el Ayuntamiento asuma la dirección de Bilbobus, tal y como han solicitado en reiteradas ocasiones algunos grupos de la oposición para poder tener más capacidad de intervención. “El estudio está muy avanzado. En unos días o semanas se hará público”, ha señalado al respecto Abete este viernes. Paralelamente, el área de Movilidad y Sostenibilidad está elaborando los pliegos del nuevo contrato. Según anunciaron en junio, prácticamente un año después de desde que finalizara el conflicto laboral de Bilbobus que condicionó la movilidad de los ciudadanos durante varios meses en 2024, el Consistorio prevé, en el caso de que le gestión sea indirecta, que el contrato contemple la fórmula de la revisión de precios. Este cláusula blindaría al Ayuntamiento si se presentaran contingencias económicas impredecibles.