No es un restaurante más en Bilbao; Guruzu abrirá sus puertas el próximo lunes como un proyecto que aúna la formación de sus chefs y camareros, mesas compartidas para los clientes que lo deseen y neveras solidarias. En pleno Indautxu, el espacio se abre también a los colectivos y organizaciones del barrio para que puedan organizar en sus salas eventos y encuentros. "Resume nuestra esencia: acompañar, generar oportunidades y transformar la realidad desde lo cotidiano", ha explicado este viernes Jon Mancisidor, presidente de EDE Fundazioa, impulsora del proyecto.

Cada silla es diferente, toda una declaración de intenciones: aquí cabe todo el mundo. El ejecutivo que sale a comer un medio menú a mediodía; las amigas que quedan una vez al mes para comer; la persona que, aburrida de hacerlo en su casa todos los días sola, comparte mesa y mantel con quien se ve en una situación como la suya; el vecino sin recursos que tiene un descuento en el ticket... "Aspiramos a una oferta de calidad, equiparable a la de nuestro entorno, donde quien venga va a encontrar un lugar acogedor, diverso y que trata de responder a necesidades sociales de soledad o alimentación desde un espacio normalizado", ha subrayado Mancisidor. También el nombre, Guruzu, algo así como "¿quieres?" en euskera, es una invitación a entrar y disfrutar de esta nueva propuesta.

El patio interior, o plaza, del nuevo restaurante Oskar González

Un gran patio interior da la bienvenida al restaurante, ubicado en la sede de la fundación de la calle Manuel Allende y sometida recientemente a una profunda remodelación que la hace lucir una luminosa fachada de azulejos claros. La plaza, como la llaman, acoge varias mesas y sillas donde tomar algo incluso los días lluviosos al estar cubierta. La cocina, inmaculada, mira hacia a la calle, a diferencia de lo que es habitual es otras casas de comida.

Oportunidades de vida

Es aquí donde late el corazón del proyecto. "No se trata solo de un espacio donde se cocina y se sirve comida, sino un lugar donde se construyen oportunidades reales de empleo y de vida", han destacado los responsable de la fundación. La plantilla la componen doce personas, la mitad de ellas en procesos de formación y acompañamiento, aprendiendo un oficio en un entorno profesional con el apoyo de un equipo técnico que cuida cada detalle: desde la atención en sala hasta la elaboración del menú. "Cada plato que sale de nuestra cocina, cada pintxo en la barra, lleva detrás una historia de aprendizaje, esfuerzo y dignidad", relatan.

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El restaurante Guruzu se presentará a los vecinos este viernes por la tarde Oskar González

Cada uno de ellos trabajará aquí un máximo de tres años, con un contrato conforme a convenio y realizando unas prácticas profesionales "de calidad" que les abra las puertas al mercado laboral. "Durante ese periodo se forman con profesionales de primer nivel, de forma que salen capacitados para trabajar en un establecimiento de nivel medio-alto", ha apuntado Mancisidor. "Son personas que han pasado ya por un proceso formativo y lo que les falta es culminarlo con unas prácticas".

Oferta "de calidad"

El presidente de EDE Fundazioa ha destacado la calidad de la oferta gastronómica de Guruzu. "El primer objetivo que tenemos es que aquí se coma bien: ofrecer una experiencia gastronómica de calidad, como cualquier otro restaurante de la zona", compara, "una carta corta", más que un menú del día. Pero sus responsables han querido ir "más allá", siguiendo la filosofía que ha impregnado su labor a lo largo de casi 50 años de trayectoria. "Si normalmente comes solo en casa, un plato preparado que te trae una empresa de catering, igual una vez a la semana vienes aquí y encuentras una mesa con gente como tú; pretende ser un lugar donde tengas un momento de conversación, se puedan crear otro tipo de relaciones y terminen quedando los miércoles para comer aquí", imagina Mancisidor el funcionamiento de esas mesas compartidas. Y es que, ahonda, "todas las personas, de una forma u otra, somos vulnerables e interdependientes".

También habrá una nevera solidaria con la que, además de terminar con el desperdicio alimentario -"aunque creemos que no va a sobrar nada porque está todo muy rico"- puedan aprovechar las personas con menos recursos. "Queremos que no sea un espacio estigmatizante y que esté ordenado, que no se lo lleve todo el primero que llegue", explica el presidente. También quieren que sus menús tengan descuentos para gente con menos recursos, para lo que necesitan una fuente de financiación específica. "Vamos a ver cómo podemos ir organizando todo; por eso decimos que es un laboratorio permanente de experimentación. Es lo que hemos planteado ahora pero seguro que surgen más cosas en este lugar tan especial".

Abierto a los vecinos

EDE Fundazioa ha querido rizar aún más el rizo, ofreciendo Guruzu y sus instalaciones a las vecinos del barrio y la ciudad, a sus colectivos sociales, organizaciones, asociaciones, grupos de tiempo libre, ensayos, festivales, propuestas culturales... "Queremos que venga a ensayar ese grupo de teatro que no encuentro un local, el AMPA del colegio para celebrar sus reuniones...", plantea la responsable Leire Ortiz de Zarate, una invitación que incluye la posibilidad de organizar charlas, exposiciones o conciertos en su plaza, terrazas, salas multiusos y restaurante. "Nace con el objetivo de ser un nuevo lugar abierto a toda la sociedad, donde el aspecto cultural y asociativo sea un valor añadido a nuestra actividad, generando de esta manera vida comunitaria".

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Menú por 21,50 euros

Un ejemplo: alubias rojas con sacramentos, tallarines con gambas y ensalada de queso de cabra con manzana y frutos secos, de primero; entrecot con pimientos del país, revuelto de setas y salmón sobre crema de espinacas, de segundo, y tiramisú o helado de vainilla para rematar con algo dulce. Todo ello, con pan y bebida incluidos, por 21,50 euros, 15 si se opta solo por un plato y postre, y con opciones veganas como el wok de verduras, la focaccia de tomate con pesto, y melón. Abierto todos los días, excepto los domingos, ofrecerá también cenas los viernes y los sábados. Su horario será de 8.00 a 20.00 horas de lunes a jueves, de 8.00 a 00.00 los viernes, y de 10.00 a 00.00 horas los sábados.

Por de pronto, este mismo viernes por la tarde, a partir de las 18.30 horas, han organizado una fiesta de puertas abiertas para que los vecinos puedan conocer el espacio, tras años "soportando nuestras obras", sonríen. Les entregarán un obsequio muy especial: una bolsa realizada, en la Fundación Peñaskal, con la lona que tapó la fachada durante la reforma. Y prometen más sorpresas. Una cita para celebrar la apertura de un lugar "de inclusión, convivencia y esperanza".