El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco recordó este martes, después de recibir un escrito del Ayuntamiento de Bilbao, que dentro de las competencias que la ley otorga a la policía judicial no se encuentra la de "instar la adopción de la prisión provisional o de cualquier medida cautelar restrictiva de derechos que se residencia en exclusiva en las acusaciones".
Esta declaración se debe a que el Área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Bilbao trasladó su "profundo malestar" por la decisión de un juzgado de instrucción de no decretar prisión provisional para un hombre detenido el 26 de abril por agentes de la Policía Municipal de Bilbao, quien fue acusado de atentado contra agente de la autoridad, lesiones graves y resistencia grave. En esta dirección, en el atestado policial se incluía una diligencia de solicitud de medidas cautelares.
En el pleno de este jueves, la concejala de Seguridad, Amaia Arregi, ha defendido que la petición de prisión provisional que hizo la Policía Municipal de Bilbao en el atestado de un detenido que dejó inconsciente a un agente cuando iba a ser detenido se hizo de "forma excepcional" y por la "peligrosidad" del sujeto, que "ya se había visto involucrado en un delito de lesiones con arma blanca y ha tenido después órdenes de alejamiento".
Motivo del escrito
Arregi ha explicado que se presentó el atestado debido a la peligrosidad del detenido ya que "se había visto involucrado en un delito de lesiones con arma blanca hacia una persona con la que convivía". En este sentido, la Policía Municipal de Bilbao "entendía que era una persona que estaba en la calle peligrosa" no solo para los agentes municipales y la Ertzaintza, "sino para la ciudadanía". A su vez, también contaba con órdenes de alejamiento.
Después de asegurar que son conocedores de que quien tiene que solicitar la prisión provisional es el Ministerio Fiscal, la concejala de Seguridad ha remarcado que una vez se presenta el atestado en el juzgado, la Policía Municipal "poco tiene que hacer" más allá de "un seguimiento de la persona que entendíamos que es peligrosa, tanto para el trabajo de la Policía como para la ciudadanía".