Los manolitos llegarán a Bilbao a principios de verano

La pastelería madrileña Manolo Bakes, que cuenta con más de cincuenta locales en todo el Estado, tenía desde hace años la asignatura pendiente de inaugurar un local en Bilbao. Por fin, en 2025, sus planes de llegar a la capital vizcaina se materializarán. Sus famosos 'manolitos', como se conocen a los cruasanes que vende esta conocida marca, llegarán a un nuevo local en la calle Alameda Urquijo a principios de verano.

Sería el primer establecimiento de Manolo Bakes en Bizkaia, después de que en 2024 llegaran a Donostia. Este nuevo obrador producirá diariamente manolitos y palmitas, dos de sus productos más demandados. Se espera que el local siga su habitual formato “coffee & pastry shop”: barra de especialidad 100 % arábica, zona de degustación y lineal take‑away.

Manolo Bakes estuvo a punto de recalar en la Villa en 2022. Sin embargo, cuando ya tenían un local confirmado en el número 44 de Gran Vía, la operación no llegó a buen puerto, por lo que se pospuso su desembarco en la capital vizcaina.

Un error fantástico

Corría la década de los ochenta cuando el pastelero Manolo Manzano fundó su pequeño obrador en la localidad madrileña de Colmenar Viejo. En los próximos años su éxito fue tal que, junto a otro familiares, abrieron hasta cuatro pastelerías más en la zona.

Sin embargo, en 1999 llegó el acontecimiento que cambió todo para esta marca. Los 'manolitos' nacieron gracias a un "error" en la proporción de mantequilla de los cruasanes. La original nueva textura de estos dulces hizo que se convirtieran en un gran éxito en Madrid, convirtiendo sus pastelerías en lugares de peregrinaje a los que todos los madrileños acudían para probar sus demandados bocados.

Esta firma vivió un antes y un después en 2017, cuando dejó atrás el nombre de su histórico establecimiento, Pastelería Manolo, para dar paso a la nueva marca, Manolo Bakes. Tras ello llegó la expansión a otras grandes ciudades como Barcelona, Valencia, Zaragoza o Sevilla. El año pasado cruzaron la frontera, abriendo su primer local en el extranjero, concretamente en Lisboa.