Bilbao contará con una nueva residencia de estudiantes de 6 plantas en Miribilla
Los promotores levantaron el mayor complejo universitario de Euskadi en Deusto
El barrio de Miribilla, antaño un enorme solar donde todo estaba por hacer, cuenta actualmente con escasas parcelas disponibles. Es en una de ellas, ubicada en el número 24 de Mina San Luis, donde se proyecta la que será la primera residencia de estudiantes del barrio. La promotora, Egorova Company Time, es la misma que en 2021 inauguró la residencia de estudiantes más grande de Euskadi: un complejo de cuatro bloques, que combina alojamientos para universitarios con alojamientos flexibles, en Deusto. Ahora plantea un edificio de seis plantas y 5.825 metros cuadrados en el barrio de pasado minero, para lo que ya se ha presentado un estudio de detalle en el Ayuntamiento de Bilbao, paso previo a la solicitud de la licencia de obras.
Según el documento, que actualmente está en exposición pública, la edificabilidad sobre rasante del edificio es de 5.200 metros cuadrados en una parcela colindante a la iglesia de Miribilla que a su vez linda con tres calles. El proyecto detalla que, además de la planta baja, se prevén cinco plantas. No obstante, especifican que se autoriza la ejecución de una planta más en los supuestos en los que, por razones funcionales, urbanísticas... se justifique su conveniencia o necesidad. Se especifica que el acceso debe producirse por la calle Mina San Luis, lo que provoca que la planta baja sea la planta que da frente a dicha calle. Asimismo, el estudio de detalle indica que la parcela está localizada en un emplazamiento que ha soportado actividades potencialmente contaminantes, por lo que el suelo deberá descontaminarse antes de poder edificar.
Esta nueva iniciativa inmobiliaria iría en la línea de lo defendido por el alcalde Juan Mari Aburtodesde que accedió a su cargo de “convertir Bilbao en una auténtica ciudad universitaria y del conocimiento”. En ese sentido, las residencias de estudiantes han ido creciendo a pasos agigantados en la villa. De 2020 a 2022, de hecho, las plazas en residencias de estudiantes se triplicaron gracias a la apertura, entre otras, de la Residencia Universitaria San Mamés. Este fenómeno se ha visto espoleado, además, por la dificultad para hallar habitaciones de alquiler en pisos compartidos debido a la crisis de la vivienda. Asimismo, aunque los centros universitarios se concentren en puntos concretos de la ciudad, las residencias están diseminadas por toda la villa. El barrio de Miribilla no es precisamente uno de los polos universitarios aunque desde el año pasado alberga la Escuela de Cine del País Vasco, precisamente en la calle Mina San Luis.
Doble licencia
El proyecto está liderado por la misma promotora que en agosto de 2021 inauguró la mayor residencia de estudiantes de Euskadi, un complejo que tiene capacidad para albergar a casi 400 estudiantes edificado entre Avenida Madariaga y Etxezuri Bidea, en Deusto. Se trata de cuatro bloques unidos que se levantaron con una inversión de 44 millones de euros. Asimismo, el edificio que se ubica en el antiguo colegio de Ibaigane cuenta con la particularidad de tener doble licencia, ya que además de residencia de estudiantes también alberga otro tipo de alojamientos flexibles. De hecho, el mismo estudio de arquitectos que concluyó dicha iniciativa es la que ha presentado el estudio de detalle para la nueva residencia de Miribilla.
Con tantas similitudes no es de extrañar que la futura residencia de Miribilla también sea ideada para acoger turistas. Desde que el Ayuntamiento anunciara la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se abre la posibilidad a que las residencias de estudiantes tengan una doble rentabilidad al poder alojar turistas durante la época estival. Según la normativa en la que está trabajando el Consistorio, estos equipamientos podrán destinarse a los visitantes por un máximo de tres meses durante el verano. Esto permitiría un uso más racional de estos edificios que en julio y agosto, sobre todo, quedan desangelados sin provocar un perjuicio a la oferta de alojamiento tradicional de la que se nutren los residentes de la ciudad.