El boom industrial y demográfico que Bilbao experimentó a finales de siglo XIX hizo que las estrechas calles del Casco Viejo, Atxuri y Bilbao La Vieja se vieran insuficientes para dar cabida a la creciente población. De ahí surgió el proyecto de expandir la ciudad en los terrenos de la colindante Anteiglesia de Abando, en lo que se bautizó como el Ensanche, una zona que hoy mismo es el corazón de la villa. Han pasado las décadas y esta no ha dejado de crecer, encaramándose a los montes que la rodean y a cualquier espacio libre que se pudiera encontrar. Así, en los últimos años se han diseñado nuevos Ensanches en terrenos como los de las antiguas minas de Miribilla o los de Zorrotzaurre, que han supuesto modernas vías para su ampliación.

Ahora, más de un siglo después de su creación, Bilbao ha iniciado los pasos para reinventar aquel originario Ensanche, dándole otra vida. Ya no se trata de ganar espacio residencial, sino de reforzar su carácter de foco comercial. Para ello, se han emprendido diversas actuaciones urbanísticas. Algunas de ellas, como las reformas de las calles García Rivero y Autonomía, han sido presentadas en las últimas semanas. Con todas ellas se pretende dar prioridad al peatón a costa de un tráfico rodado que se había adueñado del entorno y que se quiere reducir, en la línea de lo marcado con la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBA). De este modo, se profundiza en un modelo que ya se venía apuntando con intervenciones similares en arterias de la zona, como la peatonalización a principios del siglo XXI de parte de la calle Ercilla.

IPARRAGUIRRE

Un bulevar comercial y cultural entre grandes espacios artísticos

En plena pandemia, en otoño de 2020, se inauguró la reforma de una parte de la calle Iparraguirre. Se trataba de la primera fase de un proyecto mucho más ambicioso, que pretendía convertirla en un corredor comercial y turístico que conectara el Museo Guggenheim con Azkuna Zentroa. Esta actuación inicial, adjudicada en 1,7 millones de euros, se centró en el tramo que transcurre entre la plaza San José y la Alameda de Mazarredo, un área de 8.500 metros cuadrados. Se acometió una semipeatonalización de la vía, ampliando de los 3,5 metros a los 5,5 ambas aceras, que comparten cota con la calzada, un estrecho carril de sentido único. También se sustituyeron elementos como árboles, farolas y maceteros por otros más modernos.

Más recientemente, en 2023, el Ayuntamiento de Bilbao inauguró en ese mismo tramo reformado de Iparraguirre la instalación de un proyecto artístico permanente que desde entonces adorna la calle. Son siete elementos lumínicos de acero y vidrio con forma de rombo colocados a la altura de la acera, que se asemejan a ventanas abiertas al subsuelo. Nos muestran imágenes caleidoscópicas, creadas a través de espejos, que evocan formas poliédricas, con una textura mineral y que, según su autor, el escandinavo Olafur Eliasson, invitan al viandante a desacelerar.

Esta intervención es fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento y el Museo Guggenheim Bilbao con el objetivo de visibilizar el arte en el espacio público de la ciudad. Y, además, encaja con la concepción de la calle Iparraguirre, más allá de un nuevo paseo comercial, como el gran bulevar cultural y artístico de la villa. No en vano, además de desembocar frente al Guggenheim y atravesar Azkuna Zentroa y ahora también la Sala Rekalde, tras el traslado de su entrada principal, se sitúa del mismo modo a pocos metros del Museo de Bellas Artes y la sala Uribitarte40.

Rodríguez Arias

Una extensión de la Gran Vía para hacer ‘shopping’

Al igual que en el caso de Iparraguirre, Rodríguez Arias también es vista por el Ayuntamiento como un potencial corredor comercial que una los barrios de Abando e Indautxu. “Son vasos comunicantes que funcionan como una extensión de la Gran Vía”, apuntaba el gerente de la asociación de comerciantes BilbaoCentro, Jorge Aio, para definir a estas calles. Ambas se presentan como alternativas atractivas para el shopping frente a la arteria a la que da nombre Don Diego López de Haro, con un enorme tirón como ubicación para grandes marcas, pero cuyos alquileres no son asequibles para cualquier negocio.

Con ese objetivo, el Consistorio bilbaino elaboró un proyecto de transformación integral de la calle Rodríguez Arias, a la que pretendía dotar de una “renovada imagen urbana, moderna y elegante”, poniendo en valor las conexiones con otras vías como Padre Lojendio, Gardoki, Telesforo Aranzadi y Máximo Aguirre.

La primera fase de las obras se inició en septiembre de 2022 y concluyó once meses después. Se invirtieron 2.081.323 euros, de los cuales 619.835 euros procedían de la subvención europea Next Generation. Comprendía el tramo entre la plaza Campuzano y Alameda de Rekalde, así como las conexiones con las calles perpendiculares, es decir, las confluencias con Iparraguirre y Marqués del Puerto. En total, 6.000 metros cuadrados de superficie de ámbito en las que se materializó una plataforma única, levantando el vial y colocándolo a la misma cota que las aceras, que se ampliaron hasta los 4,5 metros de ancho. De ese modo, se ganaron casi 1.000 metros cuadrados de espacio destinado a uso peatonal, pasando de 3.040 a 3.957. Ello a costa de eliminar medio centenar de plazas de aparcamiento.

A finales del verano del año pasado arrancaron los trabajos de la segunda fase de la reforma de Rodríguez Arias. Abarcan el tramo entre Alameda de Rekalde y Elcano, así como la perpendicular Telesforo Aranzadi, obras que a día de hoy siguen en ejecución. Pero también comprenden intervenciones aún por acometer en otras bocacalles que conectan Rodríguez Arias con Licenciado Poza, como Máximo Aguirre y Maestro García Rivero. En total, 6.800 metros cuadrados en los que el espacio peatonal aumentará de un 44% a un 62% y para cuya transformación se han adjudicado 3.989.206,57 euros. En Telesforo Aranzadi se habilitará una plataforma única, mientras que en Rodríguez Arias el bordillo quedará elevado.

MAESTRO GARCÍA RIVERO

La semipeatonalización de una emblemática calle de bares de Indautxu

Hasta quince bares se agolpan en la escueta Maestro García Rivero, una travesía de apenas 100 metros de longitud que discurre entre otra mítica calle de poteo de Indautxu, como es Licenciado Poza, y Rodríguez Arias, en cuya reforma integral se enmarca esta actuación que arranca esta semana. De hecho, los establecimientos hoteleros ya han desmontado las terrazas y hoy se procederá al corte de tráfico, la ocupación de las aceras y a la eliminación de los aparcamientos hasta la conclusión de las obras, prevista para finales del próximo mes de junio.

La calle quedará semipeatonalizada. Su ancho, de 15 metros, será una plataforma única, con la cota de la calzada igualada con la de la zona peatonal, divida en un vial central de 3,50 metros y aceras de 5,70 metros a cada lado. Se procederá a la eliminación de las plazas de aparcamiento actuales y a la reordenación del espacio, con la instalación de nuevas terrazas, árboles y elementos de mobiliario urbano, como bancos.

AUTONOMÍA

El primer paso de una transformación que llegará hasta Zabalburu

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Así quedará la calle Autonomía tras la primera fase del proyecto de mejora

La transformación de la parte central no se limita a los barrios de Abando e Indautxu. La semana pasada, el Ayuntamiento presentó su proyecto para la calle Autonomía, que conecta Basurto con la parte baja de Irala, Zabala y San Francisco. De momento, se han reservado 1.075.783,74 euros para licitar las obras de una actuación que abarcará el tramo de 4.681 metros cuadrados entre las plazas de La Casilla y Calixto Díez. Pero la idea es que en un futuro la reforma se complete hasta Zabalburu.

Esta primera fase se contempla como una intervención provisional, ya que está pendiente del cierre del anillo tranviario, condicionado por el desarrollo de la futura estación de Abando. Se ampliará la parte peatonal de los 1.404 metros cuadrados a 1.905. Se crearán zonas estanciales y espacios con vegetación. El objetivo de la actuación es el de “reducir la velocidad del tráfico rodado y ganar espacio para peatones”, según explicó el concejal de Obras Públicas y Servicios, Kepa Odriozola.

Las áreas de actuación

8.500 m2

IPARRAGUIRRE. En plena pandemia, en otoño de 2020, se inauguró la reforma del tramo de la calle Iparraguirre que discurre entre la plaza San José y Alameda de Mazarredo.

12.800 m2

RODRÍGUEZ ARIAS. La actuación en la calle Rodríguez Arias, dividida en dos fases, afecta a otras vías adyacentes, como Telesforo Aranzadi, Máximo Aguirre y García Rivero. De momento, está concluida la obra en el tramo entre la plaza Campuzano y Alameda de Rekalde.

4.681 m2

AUTONOMÍA. Se ganará espacio para el peatón y se reducirá la velocidad del tráfico en el tramo comprendido entre las plazas de La Casilla y Calixto Díez.