Declarados “marido y marido” en el Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao

Hace unos días que el alcalde, Juan Mari Aburto, los declaró “marido y marido”, pero a Álvaro Ortiz de Zárate aún se le hace extraño referirse como tal a quien lleva siendo su pareja en los últimos 16 años. “Fue una ceremonia súper emotiva. Estamos muy contentos”, evoca ahora este vizcaino, que tenía claro no solo que quería celebrar su boda en el Ayuntamiento de Bilbao, sino que fuera el primer edil quien la oficiara. “Hay una relación previa y se implicó un montón en el discurso, hizo alusiones personales de nosotros e incluso de su experiencia en su matrimonio. Es todo lo contrario de lo que la gente pueda pensar”, evidencia Ortiz de Zárate, quien subraya la colaboración de la oficina de Protocolo en todo el proceso.

Aunque es sestaotarra y su pareja, Basilio Astulez, es de Gasteiz, ambos llevan viviendo en Bilbao varias décadas. “A los dos nos une una relación muy especial con la ciudad. Hemos hecho aquí nuestro nidito, nuestro hogar”, revela antes de afirmar que el Salón Árabe era ideal para lo que tenían en mente: una ceremonia íntima de no más de 30 personas. “Fuimos la familia y los amigos más íntimos. Después celebramos un cóctel en el Hotel Carlton, donde nos quedamos a dormir”, explica sobre la jornada que sirvió a esta pareja, unida por su pasión por la música, para “celebrar la vida” y “hacer público que nos queremos”.

A pesar de ello, también hubo lugar para la reivindicación en la ceremonia, en la que se recordó la figura José Ángel Cuerda, exalcalde de Gasteiz que en 1994 promovió el decreto municipal sobre parejas de hecho, un gesto que fue pionero a nivel estatal por ser icónico de la defensa de los derechos sociales. Se trató de un primer paso para la aprobación definitiva del matrimonio de parejas homosexuales, que llegó en 2005, después de que países como Países Bajos y Bélgica lo permitieran.

Con todo, la unión matrimonial es algo secundario en el caso de esta pareja, ya que desde hace dos años comparten la guarda de Arkaitz, una decisión que supuso un paso “importantísimo” en su relación. “La figura mediante la que está con nosotros es el acogimiento familiar permanente”, explica sobre el niño, que actualmente suma cuatro años y medio, y que mantiene relación con su familia biológica a través de la mediación de la Diputación Foral de Bizkaia. “Esto es una manera de ratificarlo, tener una seguridad jurídica y un reconocimiento a esa unión y a ese proyecto”, explica Álvaro Ortiz de Zárate, quien indica que uno de los motivos de casarse en enero ha sido “poder disfrutar más del peque” en estas fechas.

De hecho, no tienen intención de marcharse de luna de miel. “Hicimos unas vacaciones preciosas en navidades con Arkaitz”, revela el recién casado, que ahora está aprovechando los días de permiso que le corresponden. “Nos vamos a dedicar un fin de semana en Madrid nosotros dos solos, con la ayuda de la familia, que se va a quedar con el peque”, confiesa el sestaotarra, quien afirma que el plan consiste en repetir aquello que disfrutaban de solteros: “Volveremos a los mismos sitios y echaremos la mirada atrás, pero sin nostalgia”.