La liberalización que, desde hace ya más de una década, afecta a las fechas de rebajas en los comercios ha restado una pizca de épica al 7 de enero. La seña de identidad de esta jornada era la de las imágenes de centenares de personas agolpadas desde primera hora en los accesos de algunos grandes almacenes, a la espera de que estos abrieran sus puertas para entrar en tromba y hacerse con la prenda más atractiva y a mejor precio antes que nadie.

Las cosas ya no son lo que eran desde que cada establecimiento puede decidir cuándo establece sus períodos de descuentos y desde que proliferan otras fórmulas como el Black Friday. Sin embargo, las rebajas de enero siguen teniendo tirón. En Bilbao, tras unas Navidades en la que la actividad hostelera y comercial ha sido más que notable, las principales asociaciones de comerciantes, al igual que algún establecimiento señero, prevén que esta campaña de descuentos que oficialmente arrancará mañana y concluirá el próximo 28 de febrero mantendrá esa línea de esplendidez en el consumo.

“Históricamente, cuando la campaña de Navidad es buena, las rebajas también lo son”, recuerda Rafael Gardezabal, quien ha estado más de tres décadas la frente de la Sastrería Derby y es, de hace más de cinco años, presidente de la asociación Bilbaodendak. “Hay dinero en la calle, ganas de gastar y cuando tienes un descuento, lo haces con más alegría”, añade.

La hostelería impulsa al consumo

La hostelería se ha llevado la palma en estas fechas, con una actividad “brutal” y un movimiento que también ha impulsado el consumo en otro tipo de establecimientos. Otro factor que se ha alineado en positivo es el meteorológico: “A partir de diciembre ha hecho fresquito, ha llovido… Eso marca la necesidad de la gente en cuanto a productos textiles y ayuda mucho a incrementar las ventas”. 

Remarca Gardeazabal que, “pese a que los gastos ya no son los de antes”, esta época sigue siendo “importantísima” para el sector: “Solo en diciembre, enero y febrero un comercio puede facturar entre un 30% y un 40% del total del año”.

El peso de estas rebajas invernales en los balances de las tiendas de moda y complementos supera de largo al del otro período tradicional de descuentos, el de verano. En buena parte, se debe a las características del producto que se despacha, que es bastante más caro. “No es lo mismo un abrigo que un pantalón corto”, argumenta. Frente a la práctica de las grandes distribuidoras, que “están prácticamente todo el año con algún tipo de oferta”, algo inasumible para el pequeño comercio, este tiene en estos dos próximos meses “la ocasión de hacer limpieza de stock y hacer caja con los restos de la temporada de invierno”.

En una línea similar se manifiesta Jorge Aio. “Venimos de una campaña navideña en la que Bilbao ha sido una gran referencia del ocio, de la cultura, de la gastronomía y también del comercio”, remarca el gerente de Bilbao Centro.

Para el responsable de esta agrupación empresarial de la villa, el inicio de las rebajas será “muy potente, ya que se juntarán los regalos navideños en que hay que cambiar tallas y demás” con las propias compras de artículos rebajados. Si bien reconoce que “llevamos unos cuantos años en los que, por esa dispersión de las fechas de inicio en cada establecimiento, las rebajas han perdido bastante fuelle”, y recalca que “en las primeras semanas suele haber bastante movimiento”.

Las campañas se acaban antes

Lo que sí ha podido constatar Aio es que estas campañas de descuentos “ahora se acaban antes” y en muchas tiendas no se apura hasta finales de febrero.

Y es que la competencia, cada vez más feroz con la generalización del comercio online, se deja notar: “Esta época se convierte en una lucha entre comercios en la búsqueda de la atención del consumidor y para ello suelen partir ya de descuentos importantes”.

Frente al poderío de las grandes cadenas, “que disponen de herramientas para hacer sus propias campañas”, para muchos establecimientos más modestos “las rebajas cumplen su función en un momento concreto y quizás no sea tan necesario para ellos el estirar dos meses la promoción, porque también hay que vender la nueva temporada de primavera-verano y darle su espacio en la tienda”.

En cualquier caso, entiende Aio que esta época “es una buena oportunidad, primero para el consumidor, que puede adquirir prendas de calidad, que duran muchísimos años, a un precio muy ventajoso. Y por otra parte, para el comerciante, que tiene la oportunidad de quitar stock y de hacer caja con una temporada que ya está pasando página, como es la de otoño-invierno”.

Es el caso de Damas, una tienda de lencería del Casco Viejo bilbaino en la que, fieles a la costumbre, han querido esperar hasta mañana para empezar con la campaña de descuentos.

Su encargada, Estíbaliz Ortiz de Etxebarria, reconoce que es una buena ayuda para movilizar género: “Hay cosas de invierno, como batas, pijamas o camisones, que se sacan con un 20% o un 30% de descuento, así como modelos de corsetería que se van dejando de hacer”. En Damas, curiosamente, aprovechan la liberalización de los períodos de rebajas para alargarlo un poco más.

“Solemos aguantar hasta el mes de marzo, que es cuando se hace el mercado de gangas en el Casco Viejo. Y después, empezamos ya con todo lo nuevo de primavera-verano”, agrega.

Plus adicional

También para una gran cadena como El Corte Inglés, estas rebajas tienen una fuerte carga simbólica. “Estamos ilusionados y confiados en que vamos a tener una buena campaña”, asevera Carmelo Lezana, jefe de Relaciones Externas del centro inaugurado en Bilbao en 1969.

Coincide con Aio y Gardeazabal en que llegan con el impulso de unas Navidades con mucha actividad: “Desde finales de noviembre estamos en plena ebullición”. Y sin solución de continuidad, se sumergen en otro período que cuidan con mimo.

Se prevé que El Corte Inglés establecerá descuentos que oscilarán entre el 20% y el 50% en más de mil marcas de productos que se despachan en todos los departamentos.

“Es cierto que hoy en día hay muchas promociones de descuentos, pero las rebajas siguen teniendo un plus adicional. Las alimentamos durante estos dos meses hasta final de febrero, con segundas rebajas, y los clientes lo saben y lo aprovechan”, apunta Lezana.