Cuando, como ocurre en estas fechas, el consumo se intensifica, aumentan del mismo modo las quejas de clientes insatisfechos. Es también, por tanto, temporada alta para entidades como la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, que recibe muchas de esas reclamaciones. Aunque estas, al igual que sucede con el gasto, han dejado de focalizarse en estos dos primeros meses del año.

Los grandes incrementos de reclamaciones venían cuando eran campañas más concretas, cuando solo había las rebajas de invierno y verano. Pero ahora estamos en un consumismo desaforado: Black Friday, ofertas, descuentos…”, señala Kepa Loizaga, delegado de la OCU en Euskadi.

Desde esta organización recuerdan que “en rebajas se bajan los precios, no los derechos de los consumidores” y también que “la calidad, garantía y servicio posventa de los productos deben ser los mismos todos los días del año, con independencia de que estén o no rebajados”.

Con todo, llaman a estar alerta, especialmente con el aspecto que más problemas genera: el de las devoluciones. “Está extendida la mentalidad de que si Olentzero no ha acertado ni con la talla ni con el color, voy y me devuelven el dinero. Pero no es así. Tampoco en las rebajas. Te darán un vale regalo o te lo cambiarán por otro producto de la tienda, pero no hay obligación legal de devolver el dinero.

Por eso es bueno preguntar siempre. Es más, debería haber un cartel que indique la política de devoluciones sin que los consumidores tuviéramos que preguntar por ella”, dice Loizaga.

Política de devoluciones

Esta vigilancia con los productos que finalmente rechazamos afecta también al creciente comercio on line: “Hay una normativa a nivel europeo que te permite devolver el producto en un plazo de 14 días naturales sin necesidad de justificarlo.

Pero hay algunas compañías que te obligan a pagar esa devolución. Por eso es muy importante conocer bien la política de devoluciones de cada empresa”.

El delegado de la OCU apunta también a otra mala praxis específica de esta época: “Hay mucha falsa rebaja. Lo que se hace es inflar un poco antes el precio y así, al aplicar el descuento, casi se queda a la par.

La Ley del Comercio Minorista dice que se debe tomar como referencia el precio más bajo del último mes al que aplicar el descuento, pero eso casi nadie lo hace”.

Por ello, aunque ya para esta vez pueda ser tarde, recomienda a la persona que tenga pensado gastar en estas fechas “mirar precios con un poco de antelación para saber si realmente existe esa rebaja”.

Loizaga aboga también por evitar caer de nuevo, con motivo de estas rebajas, en el consumismo compulsivo en el que buena parte de la sociedad vive sumida desde finales de noviembre, con la llegada del Black Friday y las posteriores compras navideñas: “Lo primero para no caer en ello es hacer un listado de lo que nos puede hacer falta realmente y mirar antes los precios para saber en qué cifra nos vamos a mover”.

El ticket

El representante de la OCU advierte de que en estas fechas los comercios “pueden establecer condiciones especiales”. En ese sentido, recuerda que “te pueden decir que no admiten los pagos con tarjeta de crédito o solo a partir de una cantidad, aunque lo admitan todo el año. Si está anunciado, si hay transparencia, lo pueden hacer”. Y remarca que, en caso de desacuerdo, “para eso están las hojas de reclamaciones.

Porque tenemos la mala costumbre de quejarnos en casa o en el bar, pero no presentamos la hoja de reclamación ante una asociación de consumidores. Así, el pataleo no sirve para nada”. En cualquier caso, hay una última recomendación más importante que todas las anteriores: “Guardar siempre el ticket”.