Una draga especial y equipos de buceo han iniciado esta semana la excavación del fondo de la ría a la altura de Olabeaga para construir a lo largo del mes de enero el subfluvial de Zorrotzaurre, una gran trinchera subacuática para albergar tres pares de tuberías que conectarán la isla con la margen izquierda de la ría y el resto de la capital vizcaina.
Es una de las obras esenciales que están llevando a cabo los responsables de la urbanización de la primera fase de la Operación Zorrotzaurre para que los nuevos vecinos tengan todos los servicios adecuados. Son tres pares de tuberías de polietileno que acogerán por separado el saneamiento, la provisión de agua y la geotermia, la energía sacada de la tierra que va a abastecer buena parte de la anterior península y que tiene que estar conectada a la red general.
Juan Carlos Sinde, director gerente de la Unidad de Ejecución 1 y de la Comisión Gestora de Zorrotzaurre, explica a DEIA que hasta ahora se ha llevado a cabo toda la labor en tierra, en la isla y en Olabeaga. “Se han construido dos grandes arquetas en cada orilla para conectar los tubos que vamos a tender con la red existente en ambas márgenes para cada uno de los servicios”. A partir de ahora queda el trabajo en el agua, en el fondo de la ría, el que requiere más tacto. Sinde explica que “la draga flotante excavará un zanja transversal de 82 metros de largo en el fondo de la ría con tres metros de profundidad y casi 15 metros de ancho, la cual contará con una base rígida en toda su extensión”.
Finalizada esa labor se procederá a tender los tres pares de conducciones que se han estado generando durante los últimos meses en los terrenos vacíos de la punta sur de la isla. Cada par está unido con piezas de hormigón que a la vez sirven de lastre para su asentamiento.
Asentados y cubiertos
El responsable explica que “se irá tirando desde la otra orilla cada par de tubos para ir depositándolos en el fondo en tres maniobras sucesivas”. Con todo asentado tras el cotejo realizado por buzos se procederá a cubrir el conjunto, primero con balasto y piedra de escollera y luego con varias capas más hasta alcanzar el nivel original del fondo fluvial”. Las tuberías quedarán a 2,20 metros por debajo de la zona de limos.
Sinde indica que “hemos dejado a suficiente profundidad los tubos para que cuando la Autoridad Portuaria decida dragar en este punto la ría en un futuro tenga un margen de seguridad adecuado y no afecten a las conducciones”.
El propósito es que las seis conducciones estén conectados para el próximo 30 de marzo, una fecha muy concretada razonada por la llegada de nuevos vecinos a la punta sur.
“Neinor Homes tiene previsto entregar sus primeras viviendas en el segundo trimestre de 2025 y nosotros tenemos que tener dispuestos antes estos servicio si o si, sobre todo el de saneamiento, porque está será la única vía de salida de la isla a la red general del Consorcio de Aguas”, especifica Sinde.
Los otros dos servicios, el de energía y abastecimiento no corren tanta prisa sobre todo porque el primero no atenderá las necesidades de agua potable de la isla, cuyo suministro ya está en servicio por los dos puentes tendidos por encima del canal de Deusto.
El responsable de la Comisión Gestora explica que “sus conducciones forman parte de la red secundaria del Consorcio de Aguas, de hecho, ellos están pagando su parte de la obra, para ir componiendo el tramo de tuberías que conecte los depósitos de abastecimiento de Arangoiti y Kobetas. Ello servirá para contar con una alternativa de suministro en caso de avería en otro punto de la red”. De hecho, estos tubos son las de mayor diámetro, 63 centímetros, de todas las que se coloquen en el fondo.
Reconocimiento especial
Juan Carlos Sinde quería destacar lo complejo de las obras que se han llevado a cabo en el barrio de Olabeaga por el escaso espacio con que se contaba y rodeados de la actividad diaria. Tuvo un reconocimiento especial con los vecinos de este barrio ribereño “por lo bien que nos han tratado a pesar de las afecciones que están sufriendo con el corte del acceso principal al barrio y el ruido sufrido”. Los trabajos empezaron en marzo pasado y esta previsto que la normalidad no vuelva hasta junio próximo.