Nos acercamos a velocidad de crucero al ecuador del mes de septiembre. Las vacaciones de verano son, para la mayoría, un recuerdo cada vez más borroso y lejano. Y la vuelta a clase de los más jóvenes ha marcado definitivamente el retorno a la rutina en millares de hogares. Es este un fenómeno extensible al conjunto de nuestros pueblos y ciudades, que van recuperando su pulso habitual. En el caso de Bilbao, una señal inequívoca de ello es el regreso de los congresos. Sin ir más lejos, este jueves arranca en el Palacio Euskalduna la Conferencia ILPN 2024, un evento internacional sobre cuidados de larga duración que traerá a Bizkaia a más de 300 participantes procedentes de una treintena de países y que se prolongará hasta el sábado. Este tipo de turismo MICE –de reuniones, congresos, exposiciones...– viene a recoger el testigo del puramente de ocio en el mejor momento, justo cuando este empieza a decaer tras quedar atrás el período vacacional, y mantiene la ocupación hotelera de Bilbao y su entorno en niveles altos.

“El que viene va a ser un muy buen fin de semana, probablemente estaremos por encima del 80% de ocupación. Son datos positivos”, augura Joseba Goirigolzarri, presidente de Destino Bilbao. En la asociación hotelera que él lidera están de enhorabuena, tras un verano que “ha sido muy bueno”. Especialmente en el caso de agosto, mes en el que los fines de semana se han alcanzado “porcentajes muy altos, de en torno al 90%”. Se trataba de un turismo “exclusivamente vacacional”, que en septiembre va decayendo. “Ahora se ciñe más al fin de semana. La gente todavía suele aprovechar esta época hasta noviembre, ya que el tiempo aguanta, para ese break de dos días y Bilbao es un destino atractivo para ello”, añade Goirigolzarri.

Pero la capital vizcaina se ha convertido también en los últimos años en un referente del turismo de congresos. “Tiene una imagen positiva que se ve reforzada con este tipo de eventos”, recalca el presidente de Destino Bilbao. Buena muestra de ello es el citado simposio sobre los cuidados de larga duración y el envejecimiento, una cita bienal que alterna su sede entre Londres y otra ciudad de fuera del Reino Unido y que ha optado por el Botxo para esta edición.

El Palacio Euskalduna, escenario de esta Conferencia ILPN, es una de las principales bazas de Bilbao para hacerse con una posición pujante en el segmento del turismo MICE. Allí se celebrará del 24 al 26 de octubre el 45º Congreso de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), que contará con unos 4.000 asistentes. El otro gran recinto ferial y congresual es el BEC de Barakaldo, que unas semanas antes, entre el 2 y el 5 de octubre, albergará el que sin duda es el acontecimiento estrella del otoño en el ámbito sanitario: el 46º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que reunirá en la villa a más de 5.000 facultativos.

Una reunión de trabajo en The Artist Bilbao, uno de los hoteles de cinco estrellas de la capital vizcaina. Borja Guerrero

A estos encuentros multitudinarios se suman una retahíla de otros de menor dimensión que copan la agenda en octubre. Es el caso del evento de la Asociación Europea para la Investigación del Cáncer (del 8 al 10) o del Fórum PANASEF de servicios funerarios (del 17 al 18), ambos en el Euskalduna, así como el Foro de Desarrollo Económico de Eurocities, del 23 al 25 en Bizkaia Aretoa.

“Octubre pinta muy bien con todos esos congresos”, admite el presidente de Destino Bilbao. “Ayudan a que la ciudad tenga un prestigio y a que, además de los hoteles, taxis, tiendas, restaurantes y otros servicios aumenten su facturación”, apostilla. Antes, en septiembre, habrá también un encuentro sobre alergias, una feria del cáñamo y el Congreso Iberoamericano de Catálisis. Y en noviembre se mantiene el ritmo con un par de simposios en el Euskalduna sobre enfermedades alérgicas y diagnóstico laboratorial veterinario, entre otros. “Venimos de una actividad 0 en 2020 y 2021, mínima en el 2022 y poco a poco volvemos a cifras previas al covid. El turismo congresual ha ido cogiendo la velocidad que tenía anteriormente y que una ciudad como Bilbao se merece”, concluye Goirigolzarri.