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La nueva perrera de Bilbao se adaptará a los requisitos de los perros mayores y potencialmente peligrosos

El Consistorio, que ha adjudicado un estudio de dimensionamiento, da por hecho que algunos canes no serán adoptados

La nueva perrera de Bilbao se adaptará a los requisitos de los perros mayores y potencialmente peligrososPankra Nieto

Las estadísticas niegan que sea en verano cuando más perros se abandonan, como ocurría décadas atrás. Sin embargo, en agosto de 2023, el Ayuntamiento de Bilbao lanzaba un mensaje para instigar la adopción. Porque no se abandona más en época estival, pero sí es más complicado encontrar casas de acogida. En ese contexto, el Área de Salud y Consumo revelaba la necesidad de ampliar el Centro Municipal de Control Animal, que estaba “al límite”. Así, actualmente están llevando a cabo un estudio de dimensionamiento que determinará las características del nuevo espacio. Los responsables del servicio ya apuntan que deberá responder a las necesidades de dos tipos de canes que, por sus circunstancias, es más complicado dar en adopción: los perros mayores en edad y los perros potencialmente peligrosos. Cuentan con algunos que cumplen ambos requisitos.

“Estamos dando un buen servicio como perrera, pero es importante adecuarlo a la nueva realidad. Se ha quedado obsoleto”, asegura Álvaro Pérez, concejal de Salud y Consumo, quien revela que el estudio de dimensionamiento se adjudicó a finales de mayo a LKS Next, a través de un contrato menor. Su objetivo será estudiar cuál es la situación actual de la perrera a través de la evaluación que realicen el personal técnico y los veterinarios. “No vamos a crecer en el número de animales, pero quizás sí en cuanto a las dimensiones”, expone sobre el centro que habitualmente cuenta con medio centenar de canes. De hecho, apunta que ya han tenido que llevar a cabo ciertas modificaciones. Así, han aumentado el número de laceros –empleado encargado de atender a los perros– a cinco. “Tiene que estar cubierto los 365 días del año, con personal continuamente”, expone.

En ese sentido, reconoce que hay dos posibilidades en relación a las conclusiones que se deriven del estudio: que se determine que deben continuar donde están, aunque aumentando las instalaciones, o que se recomiende el traslado de todo el servicio. Situado en Camino Saratxebidea, en Artxanda, Álvaro Pérez reconoce que la ubicación actual es una “pequeña espina” que tiene. “El acceso es muy complicado. No se puede llegar en transporte público”, agrega el concejal, quien indica que ello dificulta la organización de actividades de sensibilización. “Esta sería una buena excusa para poder hacer una nueva perrera”, asevera. En este sentido, Ana Collía, directora de Salud y Consumo, añade que “las instalaciones deben mostrar y fomentar lo que representa la adopción de animales”.

De larga estancia

Con todo, a pesar de todas las campañas, Collía revela que hay perros que suman muchos años y es difícil que vayan a ser acogidos. “Tristemente la costumbre extendida a la hora de adoptar es buscar un cachorro, con lo cual los perros que son muy mayores se van a quedar con nosotros hasta que fallezcan”, expone Pérez, quien recuerda que desde 2003 el compromiso es de “sacrificio cero”. De hecho, en aquellas situaciones excepcionales en las que se supera la capacidad del centro, se procede a alojarlos de manera temporal en centro externos hasta que la situación se revierte. “Son perros que están muy bien atendidos y es un éxito que sean longevos”, afirma Collía, quien manifiesta que hay algunos animales que entraron siendo jóvenes y, años después, siguen en el centro.

Es el caso habitual de los perros potencialmente peligrosos –donde se engloban razas como dóberman, rottweiler o bull terrier–, cuya adopción no suele ser fácil de fomentar. “Un perro de estas características tiene unas condiciones en su tenencia: no se pueden tener antecedentes, hay que tener un seguro de responsabilidad civil –tanto como tenedor y como paseante–, un menor de edad no lo puede pasear... Son particularidades que, en muchos casos, disuaden”, revela la directora de Salud y Consumo, quien expone que pese a ser potencialmente peligrosos, no necesariamente tienen que serlo, sino que todos esos condicionantes dificultan que una familia se los lleve a su hogar. Este tipo de cuestiones, de hecho, serán reguladas por la Ordenanza Municipal Reguladora de la Protección, Bienestar y Tenencia Responsable de los Animales que el Ayuntamiento de Bilbao está actualmente actualizando.

La directora apunta también a otras razas que, sin considerarse peligrosas, tienen sus particularidades. “Hay una raza emergente, como el pastor belga malinois, que tiene mucha energía y capacidad de aprendizaje. Para lo bueno y para lo malo”, evidencia. De hecho, añade que están dando grandes problemas si no se tiene control sobre el animal o si no se le da el espacio necesario. “Son animales nerviosos que necesitan mucho paseo, disciplina...”, expone, e incide en que el nuevo centro tendrá que tener en cuenta estas circunstancias.

Adopción

Además de perros, el Centro Municipal de Control Animal también cobija a cerca de 80 gatos. “Hace un par de años hicimos una pequeña modificación y ahora están separados, incluso por una carretera. El espacio para los gatos es ideal”, recuerda Álvaro Pérez, quien indica que se trata de una especie mucho más fácil de gestionar. “No hay que sacarlos para limpiarlos, ni hay gatos potencialmente peligrosos”, apunta.

En cualquier caso, en palabras de Collía, el “objetivo no es que se queden, sino que salgan”. Pero no a cualquier precio. En colaboración con las asociaciones protectoras como APA Puppy Bilbao o Felinos Bilbao, se vela mucho para vigilar a quién se otorgan los animales. “Hay que hacer una entrevista o ver las circunstancias particulares de una familia, las condiciones que tienen en el domicilio, la disponibilidad horaria para sacar a pasear a los perro... Son aspectos muy importantes porque dependiendo de las características del animal, no vale cualquier sitio”, concreta Collía, quien pone como ejemplo el hecho de que un perro sea muy dominante con otros perros, lo que dificulta su paseo. En cualquier caso, tanto Pérez como Collía animan a la ciudadanía a adoptar: en la cuenta de Instagram Adoptatu lagun bat pueden verse aquellos animales que buscan un hogar.