De riguroso luto Bilbao celebró el martes el funeral de la sardina. La cohorte de plañideras partió de la carpa de la Plaza Nueva por el Casco Viejo junto con Farolín y Zarambolas. Alrededor de una hora después llegó a la Plaza del Arriaga la procesión fúnebre en la que se repartieron velas y sardinas de chocolate para ver la quema de la sardina. Fin del Carnaval, las fiestas de invierno más burlescas y descaradas que después de tres años de pandemia han recuperado las calles de Bilbao con más ímpetu que nunca.

El tiempo ha dado tregua y eso ha permitido que Bilbao pueda brillar y transformarse en todo tipo de escenarios: de cine, históricos, cómicos... Durante cinco días está permitido ser quién quieras, o al menos simular serlo. Y son además un termómetro de la actualidad inspiradora de los disfraces que se prodigan en los desfiles.

38

En imágenes: El carnaval infantil de Bilbao tiñe de colores la ciudad

Y de manera simbólica la quema de la sardina es una forma de despedirlo, de terminar con los vicios y pecados cometidos durante estas fiestas y de empezar limpio la Cuaresma. Actualmente, el significado religioso se ha perdido y ha quedado solo el festivo. Pero después de los excesos para muchos sigue vigente esa necesidad de empezar “limpio” la cuaresma.

Su origen tiene diferentes leyendas pero en todas se simboliza la quema de una sardina.

Hay quien dice que en siglo XVIII, el rey Carlos III regaló a los nobles madrileños un cargamento de sardinas para que pasaran la Cuaresma. Cuando el pescado llegó a Madrid, soltaba un olor muy fuerte. Así que tuvieron que enterrar las sardinas en la ribera del Manzanares… Quizás sea una leyenda, pero lo cierto es que, en el siglo XIX, en Madrid, ya había un entierro de la sardina.

Otra historia se remonta a Murcia. En 1851, un grupo de estudiantes organizó un cortejo fúnebre con una sardina a la que finalmente, quemaron. La cosa tuvo tal éxito que el entierro se sigue celebrando. Pero no lo hacen el Miércoles de Ceniza, entierran la sardina en las Fiestas de Primavera. Y simboliza el triunfo de la alegría sobre la seriedad.

Hay leyendas diversas, pero sea cual fuera su origen en todas ellas la quema de la sardina es, en todos los casos, el fin del Carnaval.