Los matices son muy importantes en este caso y la diputada foral de Hacienda y Finanzas de Bizkaia, Itxaso Berrojalbiz, ha aclarado esta mañana que no habrá una reforma fiscal en Euskadi el próximo año. Según ha informado al término del consejo de gobierno, su departamento presentará en enero en juntas el informe sobre la evolución de la última reforma, que será la base de la "revisión" del IRPF y el Impuesto de Sociedades en Juntas en un plazo aproximado de seis meses.

Como se intuía entre líneas de los mensajes lanzados desde las diputaciones y el Gobierno vasco, no se producirá una revolución tributaria. El motivo, ha indicado Berrojalbiz, es que la anterior reforma ha cumplido sus objetivos básicos: progresividad, solidaridad y estímulo de la economía. No hay que darle la vuelta por tanto a un modelo que funciona, sino adaptarlo a los retos actuales de la sociedad. Cuestiones como las transiciones digital, ecológica y demográfica. Sin olvidarse de mantener el estado de bienestar y reforzar el atractivo de Bizkaia para las personas y las empresas.

La diputada de Hacienda y Finanzas ha hecho públicas las conclusiones de un informe sobre el impacto de la última reforma, que entró en vigor en 2014 en el caso del Impuesto de la Renta y en 2018 para el tributo que grava los beneficios de las empresas. La conclusión es "contundente", ha subrayado. "El nuevo modelo de imposición directa de Bizkaia ha contribuido en gran media a lograr los objetivos que inspiraron su aprobación. Esto es, conseguir una Bizkaia más moderna, solidaria, sostenible competitiva, contribuyendo a que el sistema fiscal del territorio sea más justo, más progresivo y más eficiente", ha indicado.

Presión fiscal

Si los matices son importantes, lo es más el equilibrio de fuerzas en los tres territorios históricos y la voluntad de armonizar los impuestos. PNV y PSE cuentan con mayoría en Bizkaia para aprobar su proyecto y, por ello, han dado el primer paso al frente. En Araba y Gipuzkoa necesitan el apoyo de otro grupo y, en función de la alianza, con la izquierda o con la derecha, la aguja de la presión fiscal irá hacia arriba o hacia abajo. También es posible que el apoyo en esos territorios sea fruto de un acuerdo en cuestiones que tengan un impacto neutro en general en los tipos impositivos.

Berrojalbiz ha dejado entrever que Bizkaia prefiere mantener los actuales niveles de presión fiscal. Según ha señalado, la carga tributaria de Euskadi "es similar a la de otros países de la UE" en lo que respecta a las competencias forales, de las que se escapan las cotizaciones a las Seguridad Social. Además ha enumerado algunas claves en las que incidirá el proyecto que llegará a Juntas en enero. Entre ellas, el impulso a los fondos de pensiones (EPSV) de empresas y la mejora de deducciones fiscales para los jóvenes en el capítulo de la vivienda. Todo ello sin renunciar a incidir en la progresividad tributaria.

"Hay que seguir avanzando, que el modelo funcione no quiere decir que paremos", ha afirmado.