Por menos de dos euros se puede tener la oportunidad de degustar uno de los pintxos más solicitados y tradicionales de Bilbao, la gilda. En cambio, hay quienes los prefieren de txaka, de bonito o incluso de txipirón, sin olvidar los elaborados a raíz de una croqueta. Pero si existe una opinión en la que todas las personas que visitan los bares de Bilbao están de acuerdo, es el amor que se tiene por este manjar tan destacable de la gastronomía vizcaina que nadie que visita la villa se quiere perder.

En locales de la Plaza Nueva, en pleno puente de diciembre, las barras de los bares están completas, esperando a los clientes hambrientos que quieran probar las delicias más características de la ciudad. Los y las camareras de los bares de el emblemático lugar de Bilbao que tantas personas reúne en los días festivos, explican a sus cliente las diferentes opciones. Solo de oírlo se hace la boca agua a más de un cliente.

Una vez escuchada toda la selección de pintxos que tienen disponible replican: “Y ahora, ¿Cuál de todos cojo, uno de cada?”. Esta es la frase que se escuchaba en bares como el Sorginzulo mientras que el cocinero, Iñaki Lazkano, preparaba el pintxo por excelencia del bar. Se trata de la kokotxa de bacalao, la cual se puede degustar por un precio de 2,90 euros. “La kokotxa de bacalao es el pintxo que más nos piden a lo largo del día”, cuenta Iñaki Lazkano.  No se puede dejar de lado las tortillas que elaboran en el Sorginzulo, Iñaki indica que “no llegan a la barra, se venden antes de que las podamos sacar”. “De forma diaria entre ocho o diez tortillas son las que se pueden llegar a vender”, puntualiza Iñaki.

En la misma ubicación se encuentra el bar Iturriza. Su encargado, Maren Iturburu explica que ha habido días en los que ha llegado a vender en torno a 1.200 pintxos. En su caso, el más solicitado es el de txaka con langostino, el cual lo vende por dos euros. Maren argumenta que el volumen con el que presenta el pintxo de txaka con el langostino llama mucho más la atención a aquellas personas que se quedan perplejas observando los pintxos que ofrece. “Nosotros colocamos el langostino en vertical al pan del pintxo en vez de dejarlo apoyado en la txaka. Esto le da mucho volumen al pintxo y llama mucho más al ojo”, especifica Maren Iturburu.

Estrategia de colocación

Además de la variedad de manjares que se pueden degustar en los bares, Maren recalca que todo importa. No solo la buena oferta gastronómica, sino también lo hace la distribución de los pintxos, es decir, la altura a la que se colocan. “Están a la altura de ojo nada más se entra al bar”, especifica el encargado del bar Iturriza.

Y es una realidad, en su caso, nada más se entra al bar, a la altura de la vista ya se pueden ver los primeros pintxos sin tener que bajar la mirada. En este primer vistazo se pueden ver pintxos de todo tipo como el más solicitado, el de txaka por dos euros. También ofrece, por 2,50 euros un delicioso bacalao al pil pil que Maren posiciona entre lo más solicitados por los clientes que acuden al bar.

Un tipo de bacalao que también sirven en el bar Víctor Montes por un precio de 2,65 euros. Aunque no es su pintxo estrella. Desde el local cuentan que el de txangurro es el que más se solicita. Para que sea el que más se elige por aquellas personas que transitan por el bar, preparan un txangurro de centollo, con el que hacen una holandesa –emulsión con yemas, lima y aceite de oliva– y luego lo gratinan para darle el toque final. En segundo lugar, el pintxo que triunfa es un macaron de foie, una crema de foie mi cuit que está rellena con almendra marcona y frutos rojos. Sin olvidar las gildas, las cuales venden por un precio de 1,65 euros.

Último puente de 2023

En el último puente del año, miles de personas han aprovechado la oportunidad de los días libres para seleccionar Bilbao como destino para poder degustar algunos de los pintxos más característicos de la gastronomía vizcaina, como lo son las gildas, los pintxos de txaka, las kokotxas de bacalao o el txangurro.