Falta suelo empresarial en Bilbao; hacen falta al menos 7.000 metros cuadrados de oficinas en la capital vizcaina para que todas las firmas que quieren asentarse en ella y no encuentran un espacio disponible para hacerlo puedan hacerlo. En ese contexto, el Parque Tecnológico que se desarrollará en Zorrotzaurre resulta imprescindible si la villa no quiere perder ese tren del desarrollo económico. Y está a punto de dar un paso de gigante: la próxima primavera comenzará la construcción de la primera de sus infraestructuras, el edificio sede que se levantará en la misma ubicación que el histórico pabellón Tarabusi y que abrirá sus puertas en 2026 alojando el Centro Vasco de Inteligencia Artificial. El polo empresarial sumará más de 100.000 metros cuadrados en dos parcelas de Zorrotzaurre y permitirá dar respuesta a la gran demanda de espacio que tienen las empresas. “El parque tecnológico urbano ya está en Bilbao”, anunció ayer el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto.
Esa primera piedra será un “paso muy importante” en el desarrollo de un parque tecnológico que impulsará de forma definitiva Zorrotzaurre como “isla del talento y la innovación”, según destacó el alcalde. Y es que precisamente uno de los objetivos prioritarios del Ayuntamiento es convertir la antigua península industrial en un espacio “moderno, dinámico y sostenible. Un lugar donde poder vivir, trabajar, estudiar y también disfrutar”.
Se trata de un gran hito, ya que supone el primer paso visible para el desarrollo de ese polo empresarial: el inicio, la próxima primavera, de las obras de construcción de la primera de sus infraestructuras. El antiguo pabellón Tarabusi, en la punta norte, acogerá tras dos años de obras el edificio sede del campus bilbaino.
Será también el lugar donde se ubicará la primera de las entidades que ya ha confirmado su presencia en este parque tecnológico: el Centro Vasco de Inteligencia Artificial (BAIC), que ocupa hoy en día de forma temporal el edificio del Ensanche. El propio alcalde destacó su importancia, sobre todo de cara a que Zorrotzaurre se convierta en “ese espacio de empresas de alto contenido innovador”.
El edificio de la sede es solo una de las piezas de un gran campus empresarial que actualmente se encuentra en un grado de desarrollo “muy avanzado”, en parte por el alto interés suscitado por empresas y centros tecnológicos para implantarse en Zorrotzaurre. Aunque no se ha avanzado el número de empresas que quieren mudarse a la antigua península, se trata de firmas dedicadas a los servicios avanzados a la industria, como empresas, corporaciones, personas emprendedoras, y centros tecnológicos y formativos. En ningún caso se trasladará de otro parque tecnológico aquí, sino que serán localizaciones ex novo. La comercialización de espacios se está realizando de forma selectiva, apostando por empresas vinculadas a la investigación y a la formación, y primando también a los centros tecnológicos. “Existe una gran demanda de espacio en la isla ya que las empresas ven el campus de Bilbao como una gran oportunidad de localización para la captación y retención de talento joven”, destacó la presidenta del Parque Tecnológico de Euskadi, Estibaliz Hernáez.
De hecho, se está trabajando ya para incorporar dos nuevas parcelas, con lo que el parque sumará 133.000 metros cuadrados distribuidos en dos zonas de actividad. La punta norte, la más avanzada a nivel urbanístico, “a punto de concluir”, estará reservada para empresas especializadas en el uso intensivo de las nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial y el big data, entre otras. Además del propio Tarabusi, se van a rehabilitar en este espacio otros dos pabellones, donde desarrollaban su actividad las empresas Lancor y Consoni.
“Desafíos futuros”
En la punta sur, el campus ocupará tres grandes parcelas y cinco nuevos edificios, para alojar corporaciones y startups que ofrezcan servicios empresariales intensivos en conocimiento (KIP) y las que desarrollan su actividad dando servicios avanzados a la industria.
Estibaliz Hernáez subrayó también la importancia de este polo, para el que se ha apostado por un modelo “pionero”, como un proyecto “tractor” de la economía de Bizkaia, “capaz de generar un ecosistema sectorial que potencie el crecimiento del tejido empresarial”. En este mismo sentido se manifestó también la diputada foral de Promoción Económica, Ainara Basurko, para quien esta nueva infraestructura “no sólo promoverá la transferencia de conocimiento y tecnología, sino que también será un motor para la atracción de talento y la creación de empleo cualificado y el desarrollo sostenible del territorio”. Basurko aseguró que se está construyendo “un ecosistema dinámico” que no sólo responde a las necesidades actuales sino que también “anticipa y se adapta a los desafíos futuros”.
