Cinco años tendrá Bilbao para adaptarse a la nueva Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que empezará a implantarse el próximo año en el centro de Bilbao, principalmente en los barrios de Indautxu y Abando. Esta nueva ordenanza se implantará de forma progresiva a partir de que el primer trimestre del próximo año 2024 se apruebe de forma definitiva. No será hasta 2030 cuando se implante de forma total la ZBE en estos barrios. Según se ha señalado desde el Ayuntamiento, la ordenanza se implantará progresivamente hasta finales de 2029 “para que la población pueda adaptarse a la misma” y la regulación será aplicable los días laborables, de lunes a viernes, de 7.00 a 20.00 horas.
Aunque la ordenanza prohibirá el acceso, circulación y estacionamiento de los vehículos más contaminantes, es decir, los que tienen etiquetas A y B, a Abando e Indautxu, habrá algunos que podrán seguir entrando en la ZBE aunque su etiqueta ambiental sea esa: los vecinos que estén empadronados en ese área con anterioridad a la entrada en vigor de la ordenanza, los vehículos que tengan tarjeta de persona con movilidad reducida –y título para estacionar en las plazas reservadas–, los ciclomotores de cilindrada inferior a 50 c.c., los vehículos históricos y los servicios esenciales y de emergencias, desde autobuses a ambulancias.
Para estos cinco años de transición, una de las medidas que se recogen para esta época transitoria es la posibilidad de que los residentes o comerciantes de Abando e Indautxu puedan invitar a vehículos contaminantes a entrar en la ZBE, tal y como ya se hace en el caso de la zona peatonal del Casco Viejo. En total, serán más de 50.000 vecinos y 1.600 comercios los que queden dentro de esta Zona de Bajas Emisiones que genera tanto filias como fobias.
Antonio Santos
“Vemos la Zona de Bajas Emisiones con mucha incertidumbre”
“Pedir los permisos para nuestros clientes nos supone que nuestro trabajo se vea afectado”
Antonio Santos regenta Talleres Bilbao en pleno centro de la capital vizcaina y su negocio es uno de los que se va a ver directamente afectado por la implantación de la Zona de Bajas Emisiones, ya que sus clientes son los principales implicados en esta nueva ordenanza: los coches. Aunque se encuentra en pleno centro de Bilbao, Santos recibe y atiende a clientes de todo Bizkaia por lo que se verá especialmente afectado. “Vivimos la implantación de la ZBE con mucha incertidumbre, no sabemos muy bien cómo va a ser. Lo que sí tenemos claro es que nos va a generar mucho más trabajo”, señala. “Nosotros tenemos mucha gente que llega de Leioa, Algorta... Ellos dejan el coche aquí para reparar y luego vuelven a por él. Para ellos vamos a tener que dar un permiso de entrada, pero si esto lo multiplicamos por todos los usuarios que solemos tener durante un mes, es un trabajo más laborioso para el taller, tendremos que estar llamando constantemente al Ayuntamiento”, explica.
Además, Santos indica que “no entiende” el planteamiento, el por qué “un particular que pasa la ITV perfectamente con los gases no le van a dejar acceder en la zona”.
Carlos Oiz
“Tenemos miedo a que la gente venga a nuestro barrio a dejar su coche”
“Para que una zona se vea beneficiada, otros no tenemos que salir perjudicados”
Este vecino de Txurdinaga no teme tanto que la contaminación termine desplazándose hacia su barrio, sino que los coches invadan las zonas de aparcamiento. Carlos Oiz considera que la medida puede llegar a ser “discriminatoria” para los barrios periféricos. Bajo su punto de vista “las ventajas que tienen Abando e Indautxu es que están bien comunicadas y aunque los coches no puedan entrar, la gente va a acceder porque tiene mucho tirón”. Sin embargo, apunta que a su parecer “la gente no va a ir desde su casa en autobús si vive en una zona sin metro; lo que va a a hacer es dejar el coche en las zonas donde sí se puede entrar y coger el metro desde ahí”. “Eso nos va a traer más contaminación a barrios como Bolueta o Santutxu, evidentemente, porque tenemos metro, pero más que la contaminación, lo que me preocupa es que si ya a día de hoy tenemos poco aparcamiento, no sé cómo va a ser cuando la gente venga a aparcar aquí”, sentencia.
Aunque ve los beneficios de la ZBE en el centro de Bilbao, confiesa que no le “convence”. “Al final nunca llueve a gusto de todos, es verdad, pero para que una zona de Bilbao se vea beneficiada, otras no tenemos por qué salir perjudicadas”, señala.
Enara Alkorta
“Con la ZBE los vecinos vamos a ganar en calidad de vida”
Enara Alkorta ha vivido toda su vida, 27 años, en Indautxu y señala que para ella la ZBE va a ser “un antes y un después” ya que a partir de ahora su vida va a “mejorar”. Ella es una de las 50.000 vecinas y vecinos que estarán dentro de la ZBE una vez se implante y esto supone un cambio en su forma de ver su barrio.
“Con el periodo de adaptación, la ZBE no le va a pillar a nadie de sopetón”
“Sí vamos a ganar en calidad de vida, desde luego, y no solo nosotros, también quienes vengan a pasear o a hacer comprar a la zona del centro”, relata. Sobre su vida dentro de la zona con más contaminación de Bilbao señala que en el día a día “se nota”. “Al final estamos respirando aire contaminado y eso se ve en las ventanas, que siempre están sucias”, relata. “Ahora veremos que quizás no tenemos que limpiar los cristales tan constantemente. Está bien que se haya tenido en cuenta a quienes viven aquí para que no nos afecte”, indica. Sin embargo, Enara no confía al cien por cien en que la medida se vaya a cumplir por parte de todos los usuarios. “Da miedo que la gente se lo salte, porque es una medida muy buena, así que tendrá que haber consecuencias para quien lo haga. Va a haber un periodo de adaptación y creo que cinco años está muy bien, no pilla de sopetón a nadie”, señala.
Enara asegura tener “muchas ganas” de ver esta nueva realidad que le aportará “otra forma de vivirlo”.
Jorge Aio
“La redacción tiene que tener el mínimo perjuicio para el comercio”
Jorge Aio, gerente de Bilbao Centro, la asociación empresarial que representa al comercio, hostelería y empresas de servicios ubicados en el centro de la capital vizcaina, señala que están trabajando en recoger los testimonios de los comerciantes de la zona para trasladarlas en las comisiones futuras antes de la redacción final de la ordenanza de la ZBE. “Nosotros contemplamos que se tenga en cuenta la realidad del comerciante, que se tengan en cuenta sus necesidades; creo que es importantísimo cuidar al comerciante en cuanto a sus necesidad de llegar a la ciudad, a realizar su carga y descarga, y creo que ese tema se tiene que abordar”, relata.
A su parecer, el proyecto de la ZBE es “contradictorio” porque “se limita la entrada de clientes con coches, en este caso más contaminantes, a la ciudad y luego se permite que los paquetes que se compran por internet lleguen a los domicilios privados”. Además, indica que la ZBE es una limitación para los comercios afectados y que supone la creación de una competencia desleal respecto a los comercios periféricos, ya que los clientes que acuden allí “no tienen ninguna limitación”.
“Planteamos que se tenga en cuanta la realidad del comerciante”
“Nosotros seguimos apostando por una ciudad muy amable con el peatón, que siga siendo amable con el cliente. Queremos participar y vamos a hacerlo en toda la parte de comisiones, intentando mitigar, en su caso, el perjuicio que pueda crear en consumidores al acercarse a Bilbao. Su redacción final tiene que tener en cuenta el mínimo perjuicio para el comercio”, destaca.
Igor Perea
“Es muy precipitado aventurar cómo afectará al mercado inmobiliario”
Menos coches, más espacio para el peatón, un aire más limpio... La ZBE de Bilbao podría suponer, a priori, un mayor reclamo para la compra de viviendas en barrios como Indautxu o Abando. Sin embargo, desde la inmobiliaria Ordunte, su gerente, Igor Perea, señala que es “muy precipitado aventurarse” en cómo puede afectar esta nueva ordenanza al sector inmobiliario.
“El centro de Bilbao ya tiene demanda y reducir los coches lo hará más atractivo”
“Es un proyecto que ya se verá cómo queda porque aún está por ver cuándo empieza”, señala Perea sobre la implantación de la medida y aunque asume que puede ser beneficioso, también intuye que puede haber alguna sombra en ella. “Es evidente que si quitan coches del centro se va a vivir mejor. No obstante, va a ser un inconveniente que los vecinos de la zona vayan a necesitar un coche con esas emisiones bajas de esa manera”, asegura.
“En Londres, París o Madrid ya existen zonas libres de gases y lo que se ha conseguido con ello es una ciudad menos cargada de vehículos y más atractiva”, indica, lo que supone que, a su juicio, con la ZBE la ciudad pueda ser aún más atractiva para extranjeros.
“No está nada claro lo que puede pasar, pero el centro de Bilbao ya tiene demanda y reducir los automóviles y aumentar las zonas peatonales lo hará más atractivo de cara a zona residencial. Pero si va a ser algo que pueda subir el precio de la vivienda o la demanda es algo muy precipitado de contestar”, sentencia.
