Un gran anillo verde de 58.126 metros cuadrados, un polo de industrias audiovisuales que incluye la recuperación de varios pabellones y edificios históricos protegidos, 200.000 metros cuadrados para viviendas, espacio comercial y equipamientos salpicados por toda la zona y la regeneración del patrimonio industrial como convertir Molinos Vascos en un espacio comercial y hotelero. Estos son los cinco ejes en los que se basa la propuesta urbanística para el futuro de la zona de Punta Zorrotza de Bilbao, según ha dado a conocer esta mañana de miércoles el concejal del Área de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio, Asier Abaunza.
La idea ganadora, bautizada como LotURA, ha sido presentada al concurso abierto por el Ayuntamiento de Bilbao por la ingeniería bilbaina Idom y el jurado la ha visto como "la más idónea de todas las presentadas por su adecuación, calidad urbanística y de sus espacios libres, así como por su viabilidad técnica y económica", según ha indicado Abaunza. Destaca como sumando el anillo verde, los ejes permeables y los parques urbanos, el 47 % del ámbito se destinará a espacios libres y zonas verdes, que mejoren la absorción de la radiación y disminuyan el efecto isla de calor.
La actuación urbanística ha sido dividida en cinco áreas por Idom que recogen según el jurado todos los aspectos requeridos en el concurso de ideas señalando como su principal virtud “la permeabilidad con el agua, tanto en los espacios libres como en el tejido residencial”.
En concreto, se desarrollará un anillo verde a lo largo de las riberas Ría del Nervión y el Cadagua las cuales bordean la península que conforma Punta Zorrotza. Son algo más de 58.000 metros cuadrados que contemplan la regeneración del dique, parcelas de huerto urbano, ejes verdes permeables y bancadas de conexión con la Ría, que favorecerían el desarrollo de eventos al aire libre.
Cine, mucho cine
La Punta conforma el segundo elemento en el que el polo o hub de industrias audiovisuales es el protagonista junto a otros usos culturales y artísticos. Ocupa casi 42.000 metros cuadrados y se plantea la rehabilitación de tres pabellones industriales existentes, sobre los que se diseñarían áreas de expansión, en las que localizar las oficinas, camerinos y demás servicios vinculados.
El espacio para los bloques residenciales sumará en el centro de la zona de actuación la mayor superficie, 200.000 metros cuadrados, y se vinculará al entorno natural. La fórmula elegida es que los edificios, ordenados en forma de hileras con diferentes alturas, permitirán la creación de zonas con terrazas ajardinadas, a partir del escalonamiento hacia los cauces fluviales.
Espacio comercial salpicado
El cuarto bloque lo conforman los espacios comerciales y el equipamiento. Los áreas para la actividad económica estarán desperdigadas entre el hub audiovisual, la avenida principal y las plantas bajas de los edificios residenciales. Además, se proponen más de 50.000 metros cuadrados para equipamientos cerca de Zorrotza, en concreto una escuela y una guardería, además de un alojamiento dotacional y un equipamiento deportivo de más de 7.000 metros cuadrados concebido como un edificio-paisaje, con una cubierta por la que se pueda caminar.
La idea es que este eje equipamental, la nueva estación de Renfe, la cual será soterrada, y los espacios libres aledaños, fomenten la integración de esta nueva parte de Bilbao con el tradicional barrio de Zorrotza. El plan también propone un centro de salud, de más de 5.000 metros cuadrados, y un equipamiento socio-cultural en La Punta de más de 16.150 metros cuadrados.
Molinos vascos ¿posible hotel?
Finalmente se le ha dado mucha importancia al patrimonio industrial del área el cual se va a conservar prácticamente en su totalidad integrándolo con actividades comerciales, culturales y educativas. Así, se apuesta por la conservación del antiguo ferrocarril convirtiéndolo en un eje de movilidad sostenible, convertir el viejo edificio industrial de Molinos Vascos en un espacio comercial y hotelero y los adyacentes talleres de Zorrotza formarán parte del equipamiento cultural propuesto para La Punta.
El viejo chalet se convertirá en centro de formación audiovisual dentro del hub y el Puente de Alzola será rehabilitado con un posible recorrido peatonal de conexión hacia Burtzeña. Además, esta conexión se prevén también otro puente para vehículos y personas con este barrio de Barakaldo y dos más con Elorrieta y la isla de Zorrotzaurre.
Tejados activos
Según ha explicado Abaunza, "mención especial merecen los aspectos de sostenibilidad y cambio climático de la propuesta de Idom". Se crea la figura de tejados activos que se usarán como terrazas ajardinadas, miradores y como generadores de energía con paneles fotovoltaicos. También se prevén parques inundables a través de tanques de tormentas y se proponen materiales renovables y de bajo impacto ambiental para el desarrollo de las edificaciones.
El concurso se convocó en febrero pasado y al mismo se presentaron siete propuestas de forma anónima de entre las que se eligieron la ganadora y otras dos finalistas.
La decisión del jurado implica dos consecuencias para Idom. Además de recibir 5.000 euros como premio por ser elegida primera opción tendrá la oportunidad de desarrollar su propuesta, a través de la Modificación del Plan General con ordenación pormenorizada. Un contrato de servicios que será adjudicado por el Ayuntamiento de Bilbao y que tiene un valor estimado de 140.000 euros, IVA excluido.
